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En la esquina
Columna
Por J. Zenosama
Hoy no hablare de política estimados lectores, es un día triste para el fútbol internacional dice adiós uno de los más grandes jugadores que mis ojos han visto practicar este deporte. ¡Ronaldinho Gaúcho! Tenía más de dos años sin jugar un partido oficial y hoy su hermano da la mala noticia a los espectadores que lo vimos hacer y deshacer soberbios goles y driblar a los mejores defensores del planeta.
Hablo de aquel que no tenía un instrumento en sus piernas para jugar al soccer , que no pensaba en hacerse famoso o rico mediante este deporte, más sin embargo hablo de aquel que encontró en un balón ese amigo que lo acompañó no importando las condiciones, fuera en un llano con sus pies descalzos o en una de las mejores canchas del mundo.
Ese jugador que todas las aficiones rivales soñaban sonriendo inclusive cuando estaba perdiendo su equipo o selección jamás me tocó ver a Dinho perder esa sonrisa de oreja a oreja, se ganó a millones de fanáticos porque el expresaba el mejor fútbol que he podido apreciar, sea cual fuese el equipo en el que estuvó dejó una inspiración que contagiaba esa alegría por el fútbol R10 disfrutaba del el deporte más hermoso del mundo, las fiestas lo fueron acabando dentro del campo perdió la juventud pero jamás la magia de con una sola jugada recibir los aplausos de miles de espectadores que iban a deleitarse la pupila con su magia.
Hizo del Barcelona un equipo de antología todos hablaban del 10 de su carisma, dejó escuela con su mejor discípulo Leo Messi, al jugar fue aplaudido y obsesionado por la afición del archirival Real Madrid en el 2005, en su propio estadio les dio una samba no una sino varías veces pero no pudo mantener muchos años este ritmo por las diferentes adicciones que se fue encontrando a su paso.
Ya en la recta final de su carrera en México con el equipo de Gallos Blancos del Querétaro fue la bomba del draf más que de otro equipo hablaban de Querétaro y la magia de Dinho miles y miles de seguidores de todos los equipos se sumaron a la lista de gallos blancos por el simple hecho de estar R10 en sus filas, varios incluyéndome fuimos a verlo jugar a pesar de que ya no tenia la velocidad aun con una jugada durante los 90 minutos valía la pena pagar el boleto.
Hasta siempre Dinho fue un gusto y un placer poder vivir esos momentos de magia que nos transmitiste a través de un televisor o en el estadio.
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