Toluca, Estado de México, 17 de diciembre de 2017.- Naturaleza, arqueología, aventura, relajación y descanso, así como cultura, recreación, espléndida gastronomía y bellísimas artesanías, son sólo algunas de las múltiples actividades que se pueden disfrutar estas vacaciones en los nueve Pueblos Mágicos, 22 Pueblos con Encanto y diferentes municipios con vocación turística del Estado de México.
Lorena Marín, secretaria de Turismo estatal, destacó que los municipios con vocación turística están ubicados en nueve corredores turísticos. Detalló que actividades como pesca, esquí, parapente, senderismo, bicicross, rapel, tirolesa y cañonismo, entre otras, se pueden practicar en destinos como Malinalco, Ixtapan de la Sal o Valle de Bravo, los cuales además conjugan una interesante oferta de zonas arqueológicas, en el caso de Malinalco; atractivos religiosos como el Cristo Negro en Valle de Bravo; o de relajación y descanso, como los que brinda Ixtapan de la Sal con sus famosos SPA´s, aguas termales y parques acuáticos.
Informó que los Pueblos Mágicos de El Oro, Aculco, Villa del Carbón y Tepotzotlán cuentan con una variada oferta de atractivos para los turistas y excursionistas que se esperan para esta temporada invernal en todo el estado, gracias a sus museos, antiguas minas de oro, hermosas presas y sorprendentes edificios históricos de los siglos XVII al XIX, así como deliciosos quesos y magníficos embutidos tipo Asturiano y Costa Brava de Aculco, trucha preparada con múltiples recetas de Villa del Carbón, el licor de Chiva o el guajolote en mole verde o rojo de El Oro.
Lorena Marín señaló que los Pueblos Mágicos de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides brindan, además de su mundialmente famosa zona arqueológica, los impresionantes murales en los barrios teotihuacanos de Tetitla, Atetelco y Tepantitla, sitios mágicos y enigmáticos, poco conocidos para la mayoría de los visitantes.
El ex Convento de San Agustín en Acolman, el Acueducto del Padre Tembleque, declarado en 2015 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el ex Convento de San Nicolás de Bari en Otumba, todos ellos del siglo XVI, así como las bellas ex Haciendas Pulqueras de Axapusco del siglo XIX, son lugares que nadie puede perderse si acude a conocer estos cuatro Pueblos con Encanto del Valle de Teotihuacán.
También destacó la riqueza artesanal que tiene el Estado de México, con sus excepcionales piezas de obsidiana y ónix de Teotihuacán, los bellísimos bordados mazahuas de El Oro, las finas piezas de orfebrería en plata de San Felipe del Progreso, los famosos y altamente elaborados Tapetes de Temoaya, la fabulosa cerámica de alta temperatura de Temascalcingo o los increíbles Árboles de la Vida del Pueblo Mágico de Metepec, que enriquecen la vasta oferta de atractivos del territorio mexiquense.
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