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“No había nada simple, directo o fiable sobre las ideas racistas y la historia detrás de éstas. Francamente hablando, para generaciones de americanos, las ideas racistas forman partes del sentido común. Esta simplificación lógica detrás de las ideas racistas ha servido para manipular a millones de personas durante años sirviendo como amortiguamiento una y otra vez en contra de una mejor comprensión de la compleja realidad antirracista.
Y es por esto, que la historia del racismo en América no puede narrarse en una forma fácil y predecible como la lucha entre las absurdas ideas racistas y las razonables ideas antirracistas. La historia del racismo en Estados Unidos no puede escribirse de un modo predecible, fácil, como la lucha del bien contra el mal siguiendo la narrativa de una película de Hollywood con el bien triunfando al final. Desde el principio, ha sido la lucha entre tres visiones, con las ideas antirracistas batallando al mismo tiempo en contra de dos formas distintas de racismo con buenos y malos triunfando y perdiendo al final.
Tanto el ideario segregacionista como aquellos que sostienen el planteamiento de la asimilación lo han hecho usando argumentos atractivos, de manera que sean percibidas por la opinión pública como buenas, y de paso ambas se han asegurado de pintar el antirracismo o las ideas antirracistas como malvadas.
Al plantear sus razonamientos racistas como bien intencionados, tanto los segregacionistas como los asimilacionistas rara vez denuncian sus motivaciones e ideas como racistas. Pero, ¿Por qué van a hacerlo? Ningún racista confesará su propio crimen, esto no está dentro de su interés. Inteligentemente nunca denunciarán lo que históricamente han hecho tampoco su comportamiento como racista.” Fragmento del prólogo del libro “Stamped from the beginning” del historiador norteamericano Ibram X. Kendi
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