Una persona es individualista cuando es atraída al egoísmo o partidaria de esta tendencia. Así mismo, el individualismo consiste en el pensamiento y la acción independientes, sin depender ni pensar en otros sujetos y manteniéndose ajeno a las normas generales. Ser individualista es definirse con la supremacía de los derechos individuales frente a los derechos de la sociedad y a la autoridad del Estado. El individualismo, asi puede considerarse como una posición filosófica, moral o política.
Y aquellas personas que se encuentren dentro de esta forma de entender la vida buscarán satisfacer sus propios objetivos con autosuficiencia e independencia, oponiéndose a las intervenciones externas acerca de sus opciones personales. Por eso están en contra de la autoridad de las instituciones sobre su libertad individual. Contrario al individualismo, está el colectivismo que es cuando en cambio niega al individuo y propugna que el grupo es más importante.
Bajo esta perspectiva el ser humano deja de ser valioso por sí mismo y pasa a ser una pieza al servicio del aparato social. Mientras que para el individualismo, el Estado es un medio, para el colectivismo el Estado se convierte en un fin y todo lo que engrandece al Estado es considerado bueno. Por supuesto el engrandecimiento del Estado es un eufemismo para referirse a la mayor acumulación de poder en manos de una pequeña cúpula de burócratas. Doctrinas colectivistas como el socialismo, el fascismo o el nazismo, han cometido las mayores atrocidades en nombre del bien común y la grandeza de la nación. / Fanny Dos Pasos.
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