En la esquina
Columna
Por El Charrascas
El poder es el poder. Nada a medias y en ADN en Michoacán, saben que llegar a él, todo tiene su costo. Las prioridades en este momento, para Carlos Torres Piña, son ir depurando a sus amigos y tener de cerca a sus enemigos. Con sangre Purépecha hasta la columna vertebral, el hombre de Paracho no anda “payaseando” y se enfila con todo para ser primero senador de la república y luego, lueguito, aspirante a gobernador.
Torres Piña, ya hizo su séquito de alcaldes, uno que otro diputado federal y muchos regidores. De vez en vez, le recuerda a Silvano Aureoles, que ADN en Michoacán tiene fuerza y es de los que también están en la lista para suplir al Mandatario Estatal de irse a los terrenos electorales. Los otros, son: Pascual Sígala y Adrián López.
Por lo pronto, ayer en Uruapan, vimos que Piña, es educado pero sin duda no le cayó bien que acudiera el legislador de Foro Nuevo Sol, Ángel II Alanís a estropearle la foto. Y dirán misa en ADN, pero de que son rencorosos, o medios miopes, también lo son.
Y miren, es que en Uruapan, uno de los parlamentarios locales que hizo políticamente a Víctor Manríquez, es el señor Ángel Cedillo, pero hoy, realmente se ha vuelto un personaje que en ADN no lo pueden ver ni en pintura, tan es así que ni lo invitan a giras de trabajo, y ni lo toman en cuenta pues. La intriga de la división de Piña y Cedillo, tuvo su génesis en la mente de hormiga del diputado local, Manuel Meléndez y al final dio resultados, sacando de la jugada a Cedillo de ADN.
Así pues, van las cosas. Tiempos de depurar, de incluir nuevos rostros, de hacer listas negras y de ponerse chingones para lograr metas. Dirán los personajes en mención a todo que no, pero la realidad hoy, nos amanece temprano y siempre sale a la luz la verdad de las cosas.
Lo cierto, es que en la izquierda michoacana cada expresión va por su parcela y no proyectan algo nacional. Algo de impacto, que fortalezcan los principios de Heberto Castillo, Cárdenas o más personajes. Digo.
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