Lees un libro y te das el prendón, te cambia la vida, en serio, así sucede, a partir de una frase, una imagen y no tiene que ser un libro famoso de un autor conocidísimo. En sentido hegeliano todo nuestro medio es Entfremdung=enajenación. Es decir el medio te transforma y tu lo transformas, es algo corporal o simbólico, no sólo ideológico. Marx le dio un poco ese sentido político, pero en Hegel el asunto es más ontológico.
Cuando escucho en los noticiarios las discusiones sobre toros, futbol, espectáculos en general o programas «culturales» sobre playas, comidas, autos, pienso: esto es pura basura. Para los demás mis actividades, mis gustos, mis hábitos, también son basura, por supuesto Por ejemplo hay lectores que veneran a Tabucchi: a mí siempre me ha derrotado, me parece ligerito, insustancial. Estoy hablando desde mis gustos, mi sensibilidad. La crítica literaria es algo muy serio y a mí me aburre: los críticos dictaminan sobre lo bueno, lo malo y eso es fatal para mí.
Pues bien, mi amigo Toñito, Cara de Luna Estrellada, en el CHOPO, me obsequió este libro. Y yo pinche malagradecido, tan sólo de leer las primeras siete páginas me enfurecí al borde del ataque: una obra tenue, sutil sobre sueños del autor sobre los sueños de otros famosos, cada relato de una, dos o tres páginas. Me imagino que leído en italiano ha de ser algo finísimo, encantador. Pero para mí, resulta banal, enajenante, innecesario, ni en italiano me interesa leerlo. Así que cada quien con sus enajenaciones. No hay inferiores ni superiores…sólo que este librito, provocó mis iras…
Juan Heladio Ríos Ortega.
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