David Lynch, en propio comentario a un entrevistador, menciona que estuvo comiendo «sólo mole estilo poblano, seis meses» Yo descubrí esta maravilla ergonómica de color morado-gracias Amor mío- y adquirí siete, uno para cada día de la semana; vestiré de morado varias meses, seis, para ser exactos, como David Lynch con el mole; me cuenta Paco Parcero que cuando por la noche, regresa del camello, pasa por sus tres-¡tres!-quesadillas de cuitlacoche con queso ¡seven days a week!, digo, cada quien con sus manías.
Tengo amigos que se toman un Jack Daniels de 3/4 diarina y huevo, o una anforita de tequila; Rogelio siete taquitos al pastor y sólo al pastor, a las ocho de la noche en El Refugio, diario, infaltablemente; el Dubis, se come un guajolocombo, diario; Dany el autista ocho tacos de canasta afuera del metro Allende, diario; el Ricardito y el Barón dos cervezas con la comida; Sergio Ríos manduca una gelatina con el desayuno, dos gelatinas antes de comer y otra en la merienda. Mi amiga Stephanie, se come siete bolsitas de cacahuates mafer, tooodos los días; el gordo Lolo, dos tortas de milanesa con quesillo y aguacate, diario; mi amigo Germán toma vinos chilenos que trae en la cajuela de su nave, todo el día, todos los días; Esteban, cuatro tacos de barbacoa y dos platos de consomé con dos cervezas, todos los domingos del año.
La Dra. de Dilac, un kilo de rabanitos a la semana, para evitar las artralgias que padece; Pepe Návar cinco coca-colas heladas todos los días. Vean, vean, todos ellos están locos. A ver, el Rafita pasa por un queso bola y un cuartito de vino tinto y se los acompaña caminando por el Centro, varios días a la semana; mi amigo el Saúl se fuma tres de Cannabis-de la Golden-tres al día, infaltablemente, desde hace treinta años; el Sr. Juez Guzmán Wolffer tiene 850 playeras estampadas y duerme con una de ellas como piyama, diario una diferente; la Dra. Luján dos aspirinas diarias para evitar la ateroesclerosis coronaria; mi amigo Paco el elegante 350 grs. de chicharrón, hebdomadariamente, en taco placero y en salsa verde o roja; y para qué seguir.
Juan Heladio Ríos Ortega
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