By A que todos los poderes sumen esfuerzos para fortalecer la campaña “Michoacán por la Transparencia”, convocada por el titular del Poder Ejecutivo hace algunos días, convocó el diputado Ángel Cedillo Hernández al emitir un posicionamiento con motivo del Día Internacional del Combate a la Corrupción que se celebró el pasado 9 de diciembre.
En ese sentido, se pronunció a favor de “rendir cuentas, acto que no debe ser solamente de cumplimiento de la obligación, rendir cuentas no es entregar información al individuo u organismo que la requiere por ley, no. Debemos colocar la información a la vista de todos, en vitrina pública, para ser revisada y analizada”.
Al hacer uso de la tribuna, el Diputado local por el distrito de Uruapan Norte, recordó que de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, México se ubica en el lugar número 95 de 168 países y además posicionado como el último lugar dentro de los países de la OCDE. Otros indicadores nos sitúan entre los 13 países más corruptos del mundo.
Ary Naim, Gerente General para México de la Corporación Financiera Internacional, miembro del Grupo del Banco Mundial, estima que la corrupción equivale al 9% del PIB. La OEA considera que es el 10%.
Sin embargo, dijo que la corrupción es difícil de medir porque se desarrolla a escondidas, y si bien es complicado medir el fenómeno, si es posible saber varias cosas, entre ellas que todo el efecto benéfico de la inversión pública, el desarrollo social y el combate a la pobreza, termina siendo destruido por la corrupción en el proceso.
Los índices de corrupción influyen en los índices de desarrollo y es por ello que, al ser aguda la corrupción se agudiza también la pobreza y el atraso. “Si queremos mejorar tenemos que comenzar a aplicar no solamente la buena voluntad de ser mejores, ya que ello no ha funcionado. Lo que no se mide no se puede mejorar, debemos apostar al estudio serio de este fenómeno, diagnosticarlo correctamente e implementar lo que sea necesario para mejorar”.
Evidentemente ya hay avances en este sentido, ya sabemos que los países más transparentes y con mejores mecanismos de rendición de cuentas también son los menos corruptos y gozan de mayor credibilidad.
Recordó que una de las funciones del Congreso del Estado es fiscalizar y revisar con escrupulosidad el gasto público de los entes que manejan los recursos de los ciudadanos, es ahí donde podemos aplicar nuestras convicciones y valores.
“Razón por la cual, estamos obligados a construir un verdadero sistema anticorrupción, donde cada uno de nosotros, desde nuestro quehacer contribuyamos haciendo lo que nos corresponde, sentemos los cimientos de una sociedad libre de corrupción”.
Por ello, llamó a eliminar todas las conductas nocivas, y a que se unan esfuerzos y se trabaje con ese objetivo: disminuir la corrupción. “Si logramos modificar esos indicadores el recurso rendirá más, nuestras instituciones tendrán mayor credibilidad y la calidad de vida de las futuras generaciones podría ser mejor”.
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