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El 8 de marzo es una fecha importante a nivel mundial, pues se conmemora el “Día Internacional de la Mujer”. Denominativo que inicialmente se toma en memoria de las trabajadoras que entre el siglo XIX y XX en diferentes partes del mundo, se manifestaron en contra de las infames condiciones laborales y por el derecho al voto, como el caso de la fábrica textil de Nueva York donde mantenían una huelga, tuvieron un desenlace fatal siendo calcinadas.
En 1910, la socialista Clara Zetkin, reconocida fundadora del Movimiento Obrero de Masas fue quien propuso el “Día Internacional de la Mujer”, conmemoración que se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911, en Alemania, Austria, Dinamarca y Suecia.
En “1975, Año Internacional de la Mujer”. se llevó a cabo en México la “Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer” de la ONU, también conocida como la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer, y a partir de entonces se instituyó, el día “8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer”, con el objetivo de hacer un balance y reflexionar acerca de los avances logrados, demandar más cambios y conmemorar la valentía y la determinación de mujeres de a pie.
Como nos damos cuenta, el camino de las mujeres en busca de sus garantías ha sido arduo, la historia las ha visto luchar por el reconocimiento de sus derechos y el respeto de su género.
Primero, combatieron por sus derechos laborales y por el acceso a la educación; después, por sus derechos civiles y políticos; y en la actualidad siguen luchando por hacer valer tales derechos alcanzados. Puesto que aún no se ha obtenido el deseo más ferviente de una vida de iguales, una vida de equidad de género, libre de violencia.
En las diferentes etapas de nuestra historia encontramos mujeres que buscaron poseer una situación igual a la de sus compañeros hombres.
Es de reconocer la transformación de la figura de la mujer en el ámbito legal, los logros en materia política, los acuerdos internacionales firmados en materia de seguridad y salud para la mujer, pero aún queda un largo camino por recorrer para concebir la transformación efectiva en el tema de igualdad de género.
¡Necesitamos Feministas políticas que, desde los congresos y los gobiernos luchen por garantizar la educación, porque de ahí parte la reforma social para erradicar la violencia que ha permeado a nuestro pueblo y perjudicado la integridad de la mujer!
El camino aún es largo, sean constructoras de paz desde el hogar y desde su trinchera, sea cual fuere, abonemos a la educación de nuestras niñas y niños con el ejemplo. Por un mejor porvenir para todos.
Feliz 8 de marzo.
Laura Ramos.
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