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Columna por
El Teclo Chávez
Cuando conocí a Carlos Torres Piña, era gente ligada a Uriel “El Rambo” López Paredes y ocupaba una curul federal. Se dedicaba a lo suyo desde el PRD, allá por la central vieja de Morelia. Con el tiempo, comenzó a tener perfil político propio y con trabajo se ganó un lugar.
Siempre de la mano de Miriam y Conny, el parachense Torres Piña, seguía trabajando a ras de tierra y recorriendo Michoacán. Con el tiempo fue formando equipo con Chucho Mora, Belinda Iturbide, José Luis Vega, Hermes Pacheco, Alejandro Correa y Lupillo Coria, eso le favoreció, pues su presencia en la entidad michoacana se hizo mayor.
Hoy vemos a Torres Piña, entregado para ser Senador y para los entendedores, prácticamente ya lo es. Sus recorridos en más de 100 municipios, luego que dejó el cargo con Alfredo Ramírez Bedolla, han sido un éxito.
Esa es la delantera que lleva Torres Piña en su proyecto de largo alcance. Algo que se le ve complicado a personajes de la talla de Poncho Martínez, u otros agregados en la política que busquen un espacio electoral distinto. Es decir la Gubernatura.
Torres Piña, pues, trae proyecto, trabajo, discurso y buena vibra. Hoy lo buscaré para una entrevista y se las daré a conocer.
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