CDMX.- La división interna del Partido Revolucionario Institucional (PRI) cada vez se acentúa más, a tal grado de que el divisionismo podría perjudicar ampliamente la alianza opositora PRI-PAN-PRD; toda vez que su líder nacional Alejandro Moreno -Alito, pa’ los cuates- se ha pronunciado como un cacique del tricolor, hecho que sin duda no es saludable para la democracia de este órgano político.
Además, ¡para variar! el día de mañana por la tarde la dirigencia nacional del PRI, que hoy por su puesto controla y permanece a Alito, lo ungirá como su líder nacional prologando su posición de líder hasta el mes de septiembre del 2024, es decir, posterior a las selecciones presidenciales.
En resumen, Alito se convierte de esta forma en el todo poderoso de las candidaturas desde las gobernaturas, senadurías, congresos y presidencias municipales, hoy el poder absoluto de Alito es enorme, ya que nadie más que él tendrá el poder de decisión y el futuro político del partido más añejo de nuestro país. / Juan Barrientos Figueroa
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