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*** Ya basta de sectarismos; la lucha del PI, debe ser autónomo, auténtico y sin disfraces políticos. Detrás de las acciones retrógradas están militantes del PRI y PRD.
Grupos políticos de priistas y perredistas en las comunidades indígenas son los principales enemigos de la Cuarta Transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Así, los que durante años han sido los mayormente beneficiados de los programas y apoyos del gobierno, hoy cuestionan la operatividad y el trabajo de los Servidores de la Nación porque en el viejo régimen político de cual fueron parte y promotores, les dejaron manejar a su manera y beneficio, incluyendo la política al interior de la comunidad.
En el 2018 con el triunfo de Andrés Manuel en la Presidencia de México, iniciaron la operación de una serie de programas desde la Secretaría de Bienestar, a través de los Servidores de la Nación, trabajadores de campo del gobierno federal.
Y aunque al principio todo mundo les cerraba las puertas al pasar casa por casa a levantar el Censo, hoy en día, y ya que los programas han bajado a la gente, son señalados por grupos opositores de la 4T, priistas y perredistas al interior de las Comunidades indígenas, por el supuesto mal manejo de los programas.
Estos grupos políticos al interior de las Comunidades Indígenas, se han disfrazado y acuñado el discurso de la bandera purépecha para pedir el Presupuesto Directo; pues en cada una de las Comunidades indígenas que hoy piden a gritos el PI, hay un grupo priista y/o perredista impulsándolo.
En los últimos días, Servidores de la Nación de diferentes Comunidades Indígenas, han sido agredidos y señalados de hacer política con los programas por estos susodichos grupos políticos contrarios ideológicamente a los principios de la Cuarta Trasformación; solo porque ahora los programas y apoyos del gobierno ya no pueden ser manejados por ellos, como en los tiempos del PRI.
Al mismo tiempo organizaciones que dicen aglomerar autoridades indígenas y ser la voz de éstas, han atacado sistemáticamente a los Servidores de la Nación con la finalidad de desprestigiar su labor y pedir que sean ellos quienes manejen los programas.
El Presupuesto Directo PI, que es un derecho de las Comunidades indígenas solicitarlo y ejercerlo, su lucha no puede estar disfrazada en una falsa bandera Indígena, mientras en el fondo esté manipulado por portales grupos sectarios del antiguo régimen. La lucha del PI, debe ser autónomo, auténtico y sin disfraces.
Pedro Paz. Urapicho, Mich.
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