CDMX.- Por parte de instituciones gubernamentales y mediáticas como Televisa históricamente al Rock Mexicano se le ha regateado su mérito real y su valor cultural buscando siempre anularlo haciéndolo pasar ante la opinión pública como algo insulso y hasta estúpido, enfatizando el bloqueo hacia todo lo producido entre 1970 y 1975 cuando se vivió el pináculo de nuestro movimiento en la etapa conocida como la Onda Chicana la cual han intentado borrar de la memoria colectiva sin conseguirlo afortunadamente gracias a internet. Irónicamente así como esas instancias desprecian públicamente los hechos históricos acontecidos gracias a la labor de legiones de músicos que se entregaron a su pasión y compromiso, ahora surgen personajes minúsculos (que curiosamente son empleados de Televisa), que se cuelgan méritos ajenos cobijados por esa ausencia de memoria histórica promovida por esa empresa y los medios de comunicación chayoteros. Ahora resulta que todos estuvieron en Avándaro o que todos chuparon con Jim Morrison. Por ahí circula un video donde uno de los actores de la serie Cachún Cachún, hijo de Alfonso Arau manifiesta que él y su hermano Sergio tocaron con su grupo La Ley de Herodes durante la prueba de sonido de Avándaro sucedida en el transcurso de la noche del viernes 10 al sábado 11 de septiembre de 1971. En ese momento yo estaba a cargo del equipo (back line) en el escenario y jamás vi ni escuché a ese grupo allí. Los que tocaron en esa prueba de sonido fueron los Dug Dug’s, Zafiro de Tijuana y Three Souls in my Mind, en ese orden. Cada grupo tocó un promedio de 35 a 40 minutos y al filo de la una de la mañana se dio por terminada la audición. En las crónicas publicadas en las siguientes semanas se hace recuento de los grupos participantes incluyendo los que se echaron la paloma la tarde del sábado y jamás se menciona al grupo Ley de Herodes, porque no estuvieron ahí. Al paso de los años ellos han fomentado esta falsa historia apoyados por villamelones que ni son historiadores, mucho menos investigadores y que con su mediocre abordaje de nuestra historia y sus publicaciones en sus páginas o supuestas enciclopedias han creado revolturas que confunden al público lo cual es muy grave ya que denota una falta de responsabilidad e interés que daña nuestra historia. Como el caso del señor que se hace llamar Perro Bermúdez, afamado cronista deportivo (de Televisa, por supuesto), quien echó a andar la versión de que él grabó la voz en el único disco existente de la legendaria banda Last Soul Division cuando el que lo hizo fue su bajista Clementino González y exhibió un video donde aparece la foto aquí publicada indicando que él es el de la extrema izquierda cuando se trata de Martín Mayo, tecladista de El Ritual que son los que aparecen ahí, no LSD. Casualmente tanto Clementino como Martín ya fallecieron y tanto el señor Bermúdez como su equipo de producción debieron pensar que nadie los recordaría. ¡Qué lástima que esos seres minúsculos tengan tanta necesidad de notoriedad como para atreverse a robar lo que no es suyo, proclamando como propio algo que ellos no hicieron creyendo que nadie iba a desmentirlos! En la época actual los chayoteros están cayendo y esto viene a colación justo en la antesala de celebrar los 50 años del Festival de Avándaro del que ninguno de ellos habló en su momento pero ahora resulta que ahí «se cubrieron de gloria». Por respeto a la memoria de Martín y Clementino a quienes conocí bien hago esta aclaración e incluyo una foto de cuando íbamos en camino a Avándaro donde Martín le envía un saludo al Perro Bermúdez. Basta ya de mentiras. / Víctor Moreno, músico mexicano.
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