* El estadista mexicano pronunció un discurso de agradecimiento al pueblo de Uruapan e invitó a reflexionar sobre el papel humanista y de respeto que debe asumir todo gobierno.
El 18 de marzo de 1961, a las 11:00 de la mañana en la pérgola del centro de la ciudad, el gobierno municipal presidido por don Eduardo Martínez López, encabezó la ceremonia cívica con motivo de XXIII Aniversario de la Expropiación Petrolera, el cuál resulto ser un acto memorable por el interesante programa que se había preparado, ya que en esta fecha asistía como invitado especial y homenajeado el propio General Lázaro Cárdenas del Río.
La organización del evento, que este año cumple seis décadas, fue coordinada desde unas semanas antes por don Valente Garibay Palafox, el doctor y escritor José Ceballos Maldonado y el empresario Guillermo Navarro Quiroz, “siendo miembros de la Comisión Organizadora para el homenaje en vida al gran político michoacano, originario de Jiquilpan, quien por cierto desde 1947 tiene la cartera de Vocal Ejecutivo de la Comisión del Río del Tepalcatepec. Auxiliaron para el homenaje grupos culturales que habrán de participar hoy en el programa dentro del festival folclórico, así como un importante grupo de entusiastas damitas de la sociedad”. 1
La conmemoración resultó ser un acto de gran trascendencia histórica, emotiva, por el merecido reconocimiento que las autoridades locales y todo el pueblo de Uruapan le manifestaba al gran estadista mexicano, político visionario, amante del progreso, personaje afable y muy querido en nuestra región, quien asistía a la invitación que le hiciera el alcalde Martínez López.
Ese día, la explanada de la pérgola municipal, estaba abarrotada, había gente incluso en mirando desde los portales; asistieron autoridades de gobierno estatal y local, invitados especiales, destacados industriales, comerciantes, burócratas, obreros, campesinos, sector educativo y hasta mujeres de avanzada, que escucharon con atención las palabras expresadas por Lázaro Cárdenas durante su intervención. 2
En su momento, el General Cárdenas abordó la tribuna para pronunciar un discurso –no preparado- donde hizo notar su carácter humanista y sociológico, en el que invitaba a la juventud a prepararse, a salir adelante; además, reflexionaba que para dar solución a los conflictos políticos y sociales habría que ser a través de acciones que privilegiaran la paz: “siempre he sido amante de resolver los problemas bajo métodos de pacifismo”, afirmaba con firmeza. 3
También, “si tratamos de censurar los métodos de un gobierno constituido, tenemos que hacerlo por medio de métodos pacíficos, buscando la forma de no perjudicar el orden democrático ni social”, subrayaba. 4
Al final del acto, los aplausos no dejaron de parar, la gente esperaba ansiosa el saludo del gran ex presidente de la República, un personaje que había otorgado y hecho tantos beneficios para el pueblo de Uruapan, desde que era gobernador 1929-1930: la pista de aterrizaje, apoyo a agricultores, la compra de un parque nacional, la modernización del centro de la ciudad, la creación de muchos planteles escolares, obras urbanas, caminos, apoyo a comerciantes, al turismo, a los artesanos, a la gente; pero más que nada había cultivado la semilla del trabajo, el tesón, la responsabilidad, y la humildad que debe tener todo gobernante. Por eso, en 1971, luego de su muerte, el padre Juvencio Méndez Peralta (el famoso Padre Méndez, el de “Las Chicas Malas”) propuso que a partir de su ausencia física, siempre se le recordara como: “¡Tata Lázaro!”.
Notas:
1 “Crítica”, semanario local. Año XXIII, número 1083, Uruapan, 18 de marzo de 1961.
2 “Crítica”, semanario local. Año XIII, número 1084, Uruapan, 25 de marzo de 1961.
3 Bis.
4 Bis.
Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad.
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