CDMX.- Me inunda la tristeza ante la partida de una mujer excepcional. No conocí la versión de Isela Vega como sex symbol de la pantalla grande.
Admiré y trabajé con la actriz que resurgió en “La Ley de Herodes” como el torbellino que fue en el tramo final de su vida: una actriz sabia, honesta, culta, de izquierda, bromista, ‘norteñota’ y de mirada profunda. Gracias, Da. Isela por esa memorable temporada de “La Madriguera”, su última obra.
Gracias por hacerme reír – entre otras cosas – con su visión sobre los libros que, según usted, “servían para no tener que convivir con otros seres humanos”. Gracias por ser mi amiga y por llamarme cariñosamente, en los últimos audios que intercambiamos: “santito”.
Mis condolencias para Shaula Vega y Arturo Vazquez. La quiero siempre, enorme señora. / Guillermo Wiechers, productor de teatro.
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