Que lejos quedaron aquellos días de lucha y acciones de mujeres por distintas partes del orbe, de marchas, de huelgas por trabajos y salarios justos, de detenciones y maltrato, de huelgas de hambre, de convicciones firmes en la lucha de un propósito: lograr el reconocimiento de la mujer como ciudadana, con plenos derechos para votar y ser electas a un cargo público. Lejos quedó aquél julio de 1848, cuando en Estados Unidos se llevó a cabo la Convención Pro Derechos de las Mujeres de Seneca Falls, organizada por Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott. Donde por primera vez fue propuesto el derecho al voto de las mujeres americanas.
Desafortunadamente, en esta época no se logró nada, la lucha continuó con mujeres como Susan B. Anthony, aquella mujer feminista, escritora y defensora de los derechos humanos que junto con otras fue arrestada por atreverse a votar en las elecciones de 1872. En los anales de la historia norteamericana se hace mención de Charlotte Woodward como una de las feministas que participó en aquella convención de 1848 y, que aún vivía en 1920 cuando se otorgó el derecho del voto a las mujeres estadounidenses. En esta historia también aparece entre otras muchas más, la escritora feminista: Louisa May Alcott la escritora que estuvo comprometida con el movimiento abolicionista y con el sufragismo, y que sigue presente a través de su famosa novela clásica “Mujercitas”.
Lejos quedó también la lucha de la joven activista Alice Stokes Paul, quien lideró la campaña por la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos a principios del siglo XX. Para ese entonces, ya se habían ganado algunas batallas en los estados de la unión. En la historia también quedó plasmada la marcha que encabezó con ocho mil participantes el día de la toma de posesión del presidente Woodrow Wilson, en 1913, donde el saldo fue de alrededor de doscientas mujeres heridas en las acciones de represión que se desató en su contra; así como las guardias que las manifestantes hacían afuera de la Casa Blanca presentando carteles exigiendo su reconocimiento al voto y el cambio de sus políticas o tácticas radicales que terminaban con el encarcelamiento de las sufragistas.
Lejos queda también, aquella época cuando las mujeres norteamericanas tuvieron que trabajar en las fábricas y asumieron un papel más activo en apoyo a la Primera Guerra Mundial, que inició el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918. Y como la Asociación Nacional de Sufragio para la Mujer Norteamericana, encabezada por Carrie Chapman Catt aprovechó estos acontecimientos para exigir al presidente Woodrow Wilson y al Congreso el reconocimiento de la igualdad política. Estas exigencias logrando buenos resultados, por fin se abría la puerta al inicio de triunfo, y fue aquel 18 de septiembre de 1918, en un histórico discurso el presidente Wilson dio su apoyo al voto femenino: “Hemos hecho socias en esta guerra a las mujeres. ¿Debemos admitirlas solo a una asociación de sufrimiento, sacrificio y trabajo, y no a una asociación de derecho?”.
Antes de que transcurriera un año, la Cámara de Representantes aprobó, por 304 votos a favor por 90 en contra, una propuesta de enmienda a la Constitución, y el 4 de junio de 1919, el Senado de Estados Unidos también apoyó la enmienda al votar 56 votos a favor por 25 en contra; posteriormente, se envió la enmienda a los estados. La aprobación de la enmienda en los estados no fue fácil debido a las acciones realizadas por fuerzas anti y prosufragio, pero finalmente la batalla se ganó y el 18 de agosto de 1920, el estado de Tennessee, en un hecho trascendente se convirtió en el número 36 en ratificar la enmienda y decidir la batalla.
Finalmente, el 26 de agosto 1920, se aprueba y se convierte en ley la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que estipula que: “ni los estados de los Estados Unidos de América ni el gobierno federal puede denegarle a un ciudadano el derecho de voto a causa de su sexo”. Desde entonces las mujeres estadounidenses pudieron votar en las elecciones incluyendo las presidenciales.
El movimiento de las mujeres sufragistas tenía que ver principalmente con el derecho al voto, pero además, tenía que ver también con algo todavía más importante: el derecho de la mujer y el hombre de ser tratados intelectualmente como iguales. Es algo que damos por hecho hoy en día, pero fue un largo y difícil camino de lucha llevado por muchas mujeres.
Que lejos han quedado aquellos años, la historia que hoy regresa para recordarnos el largo camino que se ha tenido que andar, cien años para ser precisos fueron los necesarios para que una mujer asumiera el segundo cargo más importante de un país como Estados Unidos de Norteamérica. Pero quedara una pregunta en el aire ¿cuántos más faltan para que una mujer gobierne como presidenta el país más poderoso de América?
Las elecciones que se llevaron a cabo el pasado 3 de noviembre de 2020, y en el marco del primer centenario de aquel hecho histórico, de aquél 18 de agosto de 1920, en que se aprobó la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, otorgándoles el derecho a las mujeres de poder votar y ser electas para un cargo dentro del gobierno. Por primera vez en la historia de los Estados Unidos, una mujer asumirá la vicepresidencia de este país. Ella es la afroamericana Kamala Devi Harris, quien acompaño en fórmula al candidato electo a la presidencia de los Estado Unidos, Joseph Robinette Biden Jr. más conocido como Joe Biden del Partido Demócrata. Ganando la contienda electoral tras derrotar al presidente y candidato Donald Trump del Partido Republicano por 290 contra 214 votos electorales.
¿Pero quién es Kamala Devi Harris?, la senadora californiana de 56 años hace historia al convertirse en la primera mujer que a partir del primero de enero de 2021 ocupará el cargo de Vicepresidenta de los Estados Unidos de América, después del triunfo contundente de su candidatura por el Partido Demócrata junto a la del presidente electo Joe Biden en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
La abogada y política estadounidense Kamala Harris, de origen migrante, nació en la ciudad de Oakland, en el estado de California, el 20 de octubre de 1964. Es hija del economista Donald Jasper Harris, profesor emérito de la Universidad de Stanford, de donde se retiró en 1998, y de la científica Shaymala Gopalan, quien ayudó a los avances en la Biología y Oncología Mamarias, ella falleció el 11 de febrero de 2009, emigró de la India en los años 60 para estudiar un doctorado en Endocrinología en la Universidad de California Berkeley.
Su padre es de origen jamaiquino y su madre de origen indú, los dos nacionalizados estadounidenses. El matrimonio Harris Gopalan procreó dos hijas Kamala y Maya. En sus primeros años vivieron en Berkeley, California. Se divorciaron en 1971 cuando su hija mayor Kamala tenía 7 años. La madre asume la custodia de las niñas a las que cría fomentándoles la confianza en ellas mismas, creciendo como mujeres afroamericanas orgullosas de su origen. Kamala fue muy cercana a su abuelo materno, P. V. Gopalan, un diplomático indio. Por el origen de sus padres tuvo una formación religiosa cristiana e hindú. Cuando Kamala tenía doce años, su madre se muda con sus dos hijas a Montreal, Canadá, tras aceptar un puesto de profesora en la Universidad McGill y como investigadora científica en el Hospital General Judío. En su estancia en Montreal, Kamala asiste a una escuela de franceses, la Escuela Secundaria Westmount en Westmount, Quebec, donde fue una estudiante popular.
Kamala se gradúa en la Westmount High School en Quebec, Canadá en 1981 y, posteriormente, entra a la Universidad Howard en Washington D. C. (prominente e histórico centro afro estadounidense). Estudia una especialidad en Ciencias Políticas y Economía, termina en 1986. Regresa a California para estudiar en el Hastings College of the Law de la Universidad de California, donde termina en 1989 con el grado de Juris Doctor y Grado de Artes. Fue admitida en la Asociación de Abogados del Estado de California en 1990 y empieza su carrera en la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Alameda.
En el 2003, logra el cargo de fiscal de distrito en San Francisco. En el 2010 Kamala Harris entra a la contienda para la elección de fiscal general de California, gana esta elección y logra ser la primera afroamericana abogada y funcionaria encargada del cumplimiento de la ley en el estado más poblado del país. En 2014 es reelegida en el cargo.
En este mismo 2014, Kamala Harris contrae matrimonio con el también abogado Douglas Emhoff, el que llega a este matrimonio con dos hijos: Cole y Ella Emhoff. El matrimonio vive en Los Ángeles y Washington.
Kamala se afilia al Partido Demócrata, donde logra una buena reputación por su trabajo como fiscal. Se enlista para para convertirse en senadora por California en 2017, e inicia su campaña en enero de 2015 enfrentando al ex alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa al que logra derrotar en las primarias. En las elecciones de noviembre de 2016 consigue la victoria con una abrumadora mayoría.
La ex fiscal Kamala Harris llega al Senado ganándose una popularidad de incisiva interrogadora ante los congresistas, por su incisiva forma de interrogar en las audiencias a los nominados a cargos públicos por el presidente Donald Trump.
El 21 de enero de 2019, la senadora demócrata Kamala Harris anuncia su precandidatura a las elecciones presidenciales 2020, convirtiéndose en una de las favoritas en las primarias del Partido Demócrata frente a Jon Biden. En sus debates mostraba su habilidad y su experiencia como ex fiscal. Trato temas decisivos como el sistema sanitario y la migración, pero su condición de ex fiscal fue un obstáculo para que la base liberal del partido la aceptaran. «Kamala es la policía» se convirtió en una frase habitual en las primarias demócratas. Pero antes de finalizar su campaña el 3 de diciembre de 2019, antes de las primeras votaciones internas del partido, Harris anuncia su retirada de la contienda y declina su candidatura. El 11 de agosto de 2020, es anunciada dentro del Partido Demócrata como la compañera de fórmula del ex vicepresidente Joe Biden para las elecciones del 2020. Es la primera afroamericana, la primera asiática estadounidense y la tercera mujer candidata a la vicepresidencia en la fórmula de un partido importante en los Estados Unidos, después de Geraldine Ferraro y Sarah Palin, respectivamente.
Ya en la campaña, Harris siguió siendo el altavoz de las voces más progresistas. Tuvo intervenciones en todos los medios de comunicación posible ya fueran impresos o digitales, aprovecho: la televisión, el Twitter, el Facebook, los periódicos digitales e impresos, la radio, etc. Donde hablaba sobre la necesidad de los cambios en las practicas policiales y la necesidad de reinventar el concepto de seguridad publica en todo el país, abogó por la detención de homicidas de Breonna Taylor, una mujer afro estadounidense de 26 años de Kentucky y, sobre todo, de la gran necesidad de acabar con el racismo, así también de la Reforma Migratoria.
Finalmente, el coronavirus demolió la estrategia electoral de Trump y robusteció al demócrata Biden logrando la victoria en las elecciones. Ahora será el momento de ver si su oportunidad de llegar a la Casa Blanca valió la pena para el cambio y la estabilidad que necesita el país. Llegó el momento de demostrarlo para el presidente y la vicepresidenta electos de los Estados Unidos de Norte América: Jon Biden y Kamala Harris.
La lucha de las sufragistas de los siglos pasados ha rendido frutos y hoy, se sigue avanzando, por una igualdad entre hombres y mujeres.
Kamala Harris logra ser la primera Vicepresidenta de los Estados Unidos de Norte América. Y es bueno también recordar que Hilari Clinton fue la primera candidata a la presidencia de Estados Unidos.
Laura E. Ramos Chávez.
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