• Dirigencia de Morena no ha estado a la altura del pueblo de México después de la elección. El pueblo de México es mucha pieza y Morena tiene que reorganizarse.
Mario Delgado Carrillo, aspirante por la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, manifestó que busca llegar a la dirigencia del partido para servir en la trascendencia del movimiento, alejado de beneficios personales o buscando romper algún Récord Guinness, ya que la dirección del partido no ha estado a la altura del proyecto.
Al señalar que deben de respetarse los resultados de la encuesta para el cambio de dirigencia en Morena, Mario Delgado puntualizó que en caso de ser beneficiado con el resultado su tarea primordial estará enfocada en consolidar el proyecto de la transformación.
“Creo que debe de respetarse la opinión del pueblo y en lo personal, yo busco servir para la trascendencia del movimiento, no para la trascendencia personal o buscando simplemente romper un récord Guinness”, aseveró.
Asimismo, sostuvo que seguirá actuando conforme a los principios del movimiento, con un acercamiento directo con la gente para saber de sus necesidades, redirigir el rumbo del proyecto hacia la transformación nacional, y respaldando siempre al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ya que hasta el momento la dirigencia de Morena no ha estado a la altura de miras y por ello se requiere trabajar en unidad.
“La dirigencia de Morena no ha estado a la altura del pueblo de México después de la elección. El pueblo de México es mucha pieza y Morena tiene que reorganizarse a partir de aceptar que en Morena el pueblo manda. La dirigencia no es una persona, son todos los órganos de dirección del partido”, indicó.
Yo creo, agregó, que también debe dejarse ya el camino libre a la encuesta, que el pueblo de México decida, que ya no le pongan piedritas en el camino a la encuesta. Morena no es de nadie, Morena es del pueblo de México, que la gente decida. Y yo coincido con el Presidente de la República, “hay mucho pueblo para tan poco dirigente”.
Delgado Carrillo enfatizó que la actual generación de morenistas tienen como tarea histórica acompañar al Presidente de la República, y la dirigencia de Morena tiene que estar cerca de la gente, de los militantes, de los simpatizantes, mantener el contacto permanente porque no se puede estar aislado y pretender dirigir el movimiento, lo que se requiere es ir a ras de tierra, como lo hizo López Obrador durante más de 20 años.
“Recorriendo los pueblos y ciudades, comunidades de nuestro país para recoger los sentimientos, para ver las necesidades de la gente, para ver el impacto de las nuevas, de los programas del bienestar en nuestro país, en la población más necesitada y hacia dónde va el proyecto ya de la transformación en territorio y cómo Morena debe seguir impulsando ese proyecto sin titubeos”, acotó.
Mario Delgado Carrillo reiteró su llamado a la unidad, a dejar a un lado mezquindades o beneficios propios, porque Morena no es su dirigencia, es un movimiento vivo, es el pueblo de México despierto que quiere seguir impulsando la transformación, donde la gente está lista, quiere organizarse y participar.
“Es cuestión de que nuestro partido tome ya la iniciativa. Por eso yo no me canso de invitar a mis compañeros y compañeras a que tengamos unidad, que nos integremos en un solo equipo, a que nos convirtamos en un motor que impulse la transformación y ser un punto de apoyo para el Presidente de la República, no un punto de conflicto”, agregó.
En ese sentido, externó que para contar con un partido que avance, impulse la transformación de México y vele por los intereses de todos los mexicanos, se debe de actuar conforme a principios, ideales y no polarizar simplemente por buscar un cargo, por buscar la trascendencia personal, cuando lo que está en juego es la continuidad del proyecto de la transformación del país.
Finalmente Delgado Carrillo enfatizó su llamado a la unidad, al respecto entre todos los integrantes del movimiento a fin de evitar rupturas internas; para ello convocó a un diálogo respetuoso para escucharse de manera honesta, darle a cada quien su lugar, a reconocer las diferencias y lo valioso que significa la participación de todos y cada uno para recordar que la lucha no es por cargos, sino por ideales y trabajar en la organización de la gente.
Voy a llamar a la unidad, añadió, soy el promotor permanente de la unidad, así me he conducido desde siempre pero con mayor énfasis en estas semanas; donde ha habido ataques, ha habido confrontación por parte de otros, yo no soy un provocador, yo soy un conciliador y yo no voy nunca a descalificar a compañeros que sean parte de este movimiento.
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