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*Quedará en claro que después de que se haga justicia, la era de la impunidad en el país habrá quedado atrás.
Morelia, Michoacán; a 4 de agosto de 2020.- A decir de la diputada local Cristina Portillo, con la detención de Emilio Lozoya y la revelación de toda la red de corrupción que construyó el viejo régimen, quedará en claro que el cambio en el país no se detendrá y camina sobre los rieles del respeto a la ley. «Se acabaron los privilegios para pocos, entre ellos el más lacerante: la impunidad. Debe quedar en claro que quien le eche mano al cajón o que quien haga negocios al amparo del poder, tendrá graves problemas con la justicia», señaló la morenista.
«Los mexicanos ahora tenemos claro que no habrá canonjias para nadie y que la ley no se negociará. Rosario Robles, César Duarte, Emilio Lozoya y los casos que se acumulen serán mensajes hacia el futuro sobre el signo fundamental del nuevo régimen en el que la corrupción no se tolera», abundó Portillo Ayala, quien además advirtió de los riesgos que hay para la estabilidad política del país derivado del enorme poder que tienen los peces gordos que ven amenazado su estatus.
«El gobierno del presidente López Obrador, no será tapadera de nadie, así lo ha dicho y sabemos que cumple su palabra. Sin embargo, esto podría derivar en intentos de desestabilización provenientes de personajes manchados de corrupción que han acumulado dinero y poder y que cuando vean riesgos seguro es que no se quedarán quietos. Ellos harán lo que sea por mantener sus privilegios», remarcó Portillo Ayala.
Finalmente, dijo que los legisladores federales y locales emanados del proyecto de la Cuarta Transformación deben ser vigilantes fundamentales de que el pasado no regrese. «Ya se han logrado reformas importantes como el hecho de que ahora la corrupción es un delito que merece cárcel, pero debemos ir más allá para que el corrupto sea también penalizado moralmente por la sociedad y la opinión pública, esto es importante en un país que durante décadas dilapido recursos enormes que acabaron en manos de pocos. Ese desorden se acabó», concluyó la diputada.
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