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* En Coahuila hay una gran división de poder entre los morenistas
CDMX.- Se puede definir como una manera decepcionante y una actitud intolerante, la situación que prevaleció este día, luego de la visita a Saltillo, del dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, toda vez que casi al concluir su estancia, uno de sus cercanos colaboradores, Ariel Maldonado Leza, agredió de manera inesperada a otro correligionario partidista, Antonio Ramos Salas, quien insultó al líder nacional y trato de ofenderlo de manera desmedida, con palabras ofensivas. Esto se debe a que el militante de Saltillo, pertenece al grupo contrario Ramírez Cuéllar apoya de manera cegada a Yeidckol Polevnsky.
Esta situación es el riesgo que habrá de evitarse dentro de las filas de Morena sí buscan llegar a las elecciones del 2021, con la Unidad que se ocupa, aunque Yeidckol Polevnsky con su actuar negativo mantiene indirectamente incitando a los grupos y bases que se identifican con ella para buscar el momento de bronquearse con grupos de Poncho Ramírez, el ejemplo más claro fue lo vivido en Coahuila.
Así, Alfonso Ramírez Cuéllar fue increpado en su visita a dicho estado por señalar su interés de extender su permanencia en la dirigencia interina del partido. En respuesta, el morenista inconforme recibió un manotazo de quien defiende al dirigente nacional, Ariel Maldonado.
La rivalidad en este estado es entre Hortensia Sánchez y José Guadalupe Céspedes, la primera que está de lado del dirigente y José Guadalupe apoya a Yeidckol Polevnsky./ Juan Barrientos Figueroa.
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