Todos tenemos una historia con él. Con su magia. Con sus grandes, enormes personajes. Un monstruo de la actuación. Yo, por ejemplo, lo voy a recordar en su papel del “Tirantes”, pero también en aquel hombre que iba de la mano de Ricardo Garibay, “el mil usos”, y cómo olvidarnos de todos sus personajes de “¿Qué nos pasa”. Se fue el grandísimo Héctor Suárez y con él parece que se está acabando una escuela de actores que eran eso realmente, actores, que daban la vida con cada uno de sus personajes lo mismo en el teatro que en la televisión o en el cine.
Hasta siempre, don Héctor, acá nos quedan sus creaciones, sus historias. / Oscar Garduño, escritor.
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