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Ramón Farías Treviño, nació en esta ciudad en 1824, hijo de doña Mercedes Treviño y dos Manuel Farías, importante hacendado de la región, quien para 1840 ya contaba con algunas huertas en el Distrito de Ario.
Don Manuel Farías fue quien, por primera vez en Uruapan, en 1828 plantó varios cafetos en una de sus huertas, situada en la Segunda Calle Santiago, hoy Emilio Carranza y poco después haría lo mismo en su casa ubicada en el Portal Antonio Florentino Mercado, en ese tiempo llamado Portal del Norte. Y que hoy la gente le dice: Portal Alto. Comenzando así la historia dorada del cultivo del café en Uruapan, que ocupara la atención a nivel mundial por su calidad y sabor años ya en la época de la República Restaurada y el Porfiriato.
Fue hermano de José María Farías, padre de Francisco Farías Barriga, uno de los hacendados más reconocidos a principios del siglo XX, dueño de la Casa Farías, ubicada en el Portal carrillo.
Regresando a Don Ramón Farías, vivió con su familia en la casa paterna, en el Portal del Norte Número 20, donde vendía café al mayoreo y al menudeo. Sus vecinos del Portal eran la familia de Don Toribio Ruíz (padre del Lic. Eduardo Ruiz) y Francisco Camorlinga.
Fue un comerciante pudiente, llegó a ser dueño de miles de arbustos de café que producían ese fruto en gran cantidad y que gracias a su calidad exportaba a algunos países europeos, como Francia y España. Llegando a competir en las Ferias Agrícolas Internacionales.
Por cierto, poseía varios cafetos en una huerta suya llamada “El Mirador”, ubicada frente a la Capilla del Barrio San Miguel, que correspondía a una gran extensión de terreno que llegaba hasta donde ahora se encuentra el monumento a Benito Juárez; ahí, años posteriores, en 1913, el taretense Eduardo Chávez Alba, instaló su fábrica de licores y aguardientes “La Charanda”.
Farías Treviño destacó como un personaje prominente dentro de la sociedad, la economía y la política del Distrito de Uruapan; hacendado, notable agricultor y un político liberal, ferviente luchador republicano. Perteneció a la agrupación michoacana conocida como “Libres Pensadores”.
Dentro de su trayectoria destaca lo siguiente:
Fue miembro de la Sociedad “Cerícola” de Uruapan, empresa que durante algún tiempo impulsó la producción de la cera en esta región michoacana, tal agrupación contaba con el apoyo del Ministro de Fomento de la República, Carlos Pacheco y lo integraban: Ramón Farías, Manuel y Antonio Treviño, Eduardo Ruiz, Aristeo Mercado, un francés llamado Jaubert y Máximo Izazaga, padre del famoso boticario llamado José Izazaga, mejor conocido como “Don Pepito Izazaga”, último descendiente del Coronel José María Izazaga y quien fuera dueño de la propiedad donde ahora está la Casa del Estudiante “Madre Latina”.
En otro orden de ideas, perteneció a la notable Sociedad de Geografía y Estadística de México-Capítulo Uruapan, que había fundado Don Toribio Ruiz y el yerno de este, Jesús Rodríguez.
En 1859, en Uruapan fundó la Junta Constitutiva del Partido Liberal, a la que pertenecían: Trinidad Bravo, Antonio Chapina, de Paracho; Jorge y Antonio Rodríguez, de Zacapu; Bruno Patiño, de Morelia; Fernando Chávez, Manuel, Ramón y Miguel Treviño, Wenceslao Méndez, además de Toribio Ruíz. Los integrantes de tal agrupación participaron en la Guerra de Reforma y en la Guerra Intervención Francesa y el Segundo Imperio.
Llegó a organizar y asistir a un sinnúmero de tertulias en las que se congregaba el selecto grupo de republicanos de ese entonces, entre ellos se puede citar a Manuel y Aristeo Mercado, Carlos y Pedro Eiquihua.
De mente visionaria, en 1860 junto con Toribio Ruíz, fue socio fundador de una fábrica de hilados y tejidos, que tuvo como accionistas a Miguel Treviño y Manuel Valdés; sin embargo, la fábrica no prosperó debido a los problemas de inestabilidad social y económica, ante la guerra contra los franceses.
Años posteriores, continuaría con esta empresa como socio mayoritario el taretense Don Feliciano Vidales González, quien le pondría el nombre de: Fábrica de Hilados y Tejidos “La Providencia”, situada en la Calle del Cupatitzio.
Tuvo varios nombramientos en la administración local del distrito y fue Prefecto del Distrito de Uruapan. Durante el porfiriato fue el legislador que más veces representó a Uruapan en el parlamento michoacano, siendo precisamente 7 ocasiones Diputado Local Propietario, como asambleísta reelecto y dos más como Diputado Suplente, conjuntamente representó al distrito como Diputado Federal en la legislatura de 1875-1877.
Dicho de otro modo, Don Ramón Farías figuró como Diputado Propietario en las legislaturas de los años: 1873-1875; 1875-1876; 1896-1898; 1898-1900; 1900-1902; 1904-1906; 1906-1908; y como Diputado suplente en 1869-1871; y 1894-1896. Además, en 1875 resultó electo Diputado al Congreso de la Unión, razón por la cual este año dejó la curul que ocupaba en el Congreso del Estado de Michoacán.
El importante hacendado y político murió en esta ciudad, el 23 de abril de 1910 (¡hacen 110 años!), siendo uno de los comparecientes don Miguel Mora, vecino del Portal Allende (hacia el lado Norte del Hotel Plaza), y gran amigo del pensador mexicano Alfonso Reyes.
Por último, con el paso del tiempo el gobierno local, sociedad y pueblo en general, tomado en consideración su trayectoria política y promotora de café, durante varias décadas, que puso en lo alto a Uruapan, decidió dejar atrás el nombre de “Popular”, a una de las primeras colonias que hubo en Uruapan, por el de Colonia “Ramón Farías”, misma que un tiempo la gente le decía: “La Colonia del Perro”, pero esa es otra historia.
Asimismo, en el Barrio de San Juan Quemado, en la Calle Lerdo de Tejada, por muchos años una humilde escuela primaria llevó su nombre, no obstante, en 1972, se le cambió por el de Escuela Primaria Federal “Año de Juárez”. Los restos de este personaje encuentran en las primeras tumbas al entrar al panteón municipal de Uruapan.
Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad de Uruapan.
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