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Sobre la Plaza, Jardín y Monumento a los Mártires de Uruapan

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La plaza donde hoy se localiza el monumento erigido a los Mártires de Uruapan, hasta mediados del siglo XIX, fue parte de los bienes que poseían los franciscanos en Uruapan, y, en ese entonces, se le conocía de varias formas, como «La Plazuela de la Parroquia», «Plazuela del Panteón Parroquial» y «La Plazuela del Templo Viejo».
Luego de aquella fecha gris de la historia de Uruapan, cuando el traidor Ramón Méndez ordenara el fusilamiento de los Mártires de Uruapan, la mañana del 21 de octubre de 1865, no pasó ni una década de la muerte de los generales José María Arteaga y Carlos Salazar; así como de J. Trinidad Villagómez, Jesús Díaz y Juan González, para que se escucharan comentarios y sugerencias de distintas voces que coincidían en rendir un homenaje a los republicanos pasados por las armas, con la creación de un monumento digno para mantener viva su memoria.
Así, el 12 de marzo de 1890, el prefecto de Uruapan Manuel Coria se dirigió nuevamente al gobierno estatal para que, por su conducto, se solicitara al ejecutivo federal llevar a la práctica el decreto promulgado en 1874, donde se consideraba un hecho la edificación del monumento.
Al año siguiente, el 21 de Octubre de 1891, aprovechando la fecha del acto luctuoso, las autoridades formalizaron el arranque de la obra con la colocación de la primera piedra.
El trazo, la adaptación del jardín, así como la construcción del monumento en referencia, duraría casi dos años, pues hasta el 1 de agosto de 1893, las autoridades confirmaron la finalización de la obra emprendida en la «Plazuela del Templo Viejo».
Al respecto, el semanario de Morelia «La Libertad», en la edición número 25, de fecha 1 de julio de 1893, informaba que «ya se aceleraron los trabajos para la erección del monumento en Uruapan a los héroes sacrificados por el imperialista Ramón Méndez».
Ante la cercanía de la regia inauguración, el día 5 de octubre de 1893, por instrucciones del general Porfirio Díaz «el Gobierno del Estado, nombró orador oficial para el acto al Sr. Lic. Eduardo Ruiz, Procurador General de la Nación, y distinguido michoacano, quien ha tenido siempre afecto especial a Uruapan y por las víctimas del 21 de Octubre de 1865, cuya memoria se trata de honrar», sostiene en otra edición «La Libertad».
La Inauguración del monumento: Por fin llegó el día tan esperado, es decir, exactamente, el 21 de Octubre de 1893, se celebraría la ceremonia del acto luctuoso correspondiente y luego la inauguración del «Monumento a los Mártires de Uruapan», en un evento que llenaría de alegría patriótica y recuerdos imborrables al pueblo de Uruapan.
Los pormenores del día de su inauguración, habrían de ocupar planas enteras de información en periódicos como «La Libertad», «La Lealtad» y el Periódico Oficial de la Federación; inclusive el licenciado Melchor Ocampo Manzo, escribió un folleto con ese motivo, que fue publicado en el Periódico Oficial, tal como lo asegura Amador Coromina en el tomo XXXVII de su excelente «Recopilación de Leyes, Decretos, Reglamentos y Circulares Expedidos en el Estado de Michoacán», Morelia, 1906.


Además la noticia fue comentada en los tres medios uruapenses que entonces circulaban: «El Zancudo», dirigido por don Manuel Farías, padre del próspero comerciante y político Ramón Farías; y «El Cupatitzio» y «El Paraíso».
Con el flamante monumento, fue así como el pueblo de Uruapan, después de su presencia durante la Guerra de Independencia, nuevamente y con gran orgullo ocuparía un lugar especial en la Historia de México, en la Historia de la Guerra de Intervención Francesa, pues con el obelisco edificado, a partir de entonces, el pueblo mexicano, a través de los tres niveles de gobierno y los habitantes de esta ciudad, honrarían a aquellos republicanos que entregaran su vida por la Patria.
La Grandiosa Inauguración del Monumento a los Mártires de Uruapan fue celebrada el día 21 de Octubre de 1893, siendo para Uruapan uno de los acontecimientos de mayor relevancia en su historia del siglo XIX, y para ello las autoridades de gobierno organizaron detalladamente la recepción de los funcionarios federales, estatales e invitados especiales y la atención a la gran comitiva que vendría a vestir tan solemne acto cívico y republicano.
Construcción y descripción del Monumento a los Mártires de Uruapan: Conforme lo citan medios informativos morelianos ya en 1869 se conmemoraba el acto luctuoso en honor a los Mártires de Uruapan en la plazuela del templo viejo, y uno de los oradores llegó a ser el gran pintor originario de esta población, Manuel Ocaranza.
Además, el panteón parroquial, se aprovechó para allí abrir espacio y ubicar una plaza con sus jardines, obra hecha en 1877 siendo gobernador Manuel González, quien donó 400.00 pesos para las mejoras de la antigua plazuela del Templo Viejo.
Ya sólo faltaba erigir el obelisco a los mártires, el cual venía en camino.
Ubicación del obelisco. El monumento a los Mártires de Uruapan hoy día se localiza en la Plaza y Jardín del mismo nombre. Hacia el Norte colinda con el templo de San Francisco, antes templo viejo; al Sur con el Portal Rafael Carrillo, antes Portal de los Gutiérrez; por el lado Oriente colinda con La Pérgola Municipal, lugar donde se encontrara hace todavía seis décadas, el Parián Viejo, exactamente a espaldas de aquí pasaron por las armas a los generales Arteaga y Salazar, así como a los coroneles Villagómez y Díaz y el capitán González; y por la parte Poniente colinda con la Avenida Ocampo, misma que todavía a mediados del siglo XIX era conocida como el «Mesón de Morelos».


Descripción: El monumento corresponde a un obelisco que mide aproximadamente cinco metros de altura, construido en mármol y dispone de cuatro aristas.
El 21 de Octubre de 1891, se colocó la primera piedra para su construcción, primeramente el encargado de la obra fue el ingeniero Reyes, siendo en ese entonces el presidente municipal Silviano Martínez y prefecto de Distrito don Manuel Coria. Poco después de haber arrancado la obra, el ingeniero Reyes falleció por lo que le tocó concluir la obra a Luis Salazar.
El monumento es una columna bien terminada, de cuatro caras con elementos y adornos característicos cada una de ellas, y que se dirigen hacia los cuatro puntos cardinales.
Mirando al Oriente se colocó el busto de Cobre al general Carlos Salazar de alto relieve y en la parte superior se fijó una corona en la que se inscribió el nombre del coronel Jesús Díaz.
Por su parte, en la cara que se dirige al Poniente se puede apreciar el busto en honor al general José María Arteaga y arriba del mismo está una corona con una leyenda que dice: teniente coronel Juan González, de quien al parecer no existe una fotografía o retrato que nos señale sus rasgos físicos.
Mirando hacia el templo de San Francisco, es decir hacia el Norte, se redactó la leyenda: «El Congreso de la Unión decretó la erección de este monumento, el 24 de mayo de 1874».
Se construyó -prosigue la leyenda- siendo presidente de la República el general Porfirio Díaz; Secretario de Obras, el general Manuel González Cossío y el gobernador del Estado el C. Aristeo Mercado».
También, se incluyó en este lado, un perfil en bajo relieve de bronce para honrar al coronel Jesús Díaz.
El lado Sur cuenta con la siguiente leyenda: XXI Octubre MDCCCLXV.
Arriba de esta inscripción se ve una corona que dice: coronel J. Trinidad Villagómez.
Además, el piso que rodea al monumento originalmente era de mármol de lozas negras y blancas y lo circundaba un barandal de color negro y oro con cuatro farolas en los ángulos. La obra monumental fue del artista Gabriel Guerra.
Es de destacar que, con toda justicia y para No dejar en el olvido a estos cinco personajes, siendo gobernador del Estado de Michoacán, don Justo Mendoza, el 20 de septiembre de 1868, se decretó en el Diario Oficial que: «…de ahora en adelante es día de luto para el estado el 21 de Octubre en conmemoración de que en esa fecha fueron asesinados los ciudadanos José María Arteaga, Carlos Salazar, Jesús Díaz, J. Trinidad Villagómez y Juan González».
Posteriormente las autoridades del gobierno estatal mandaron se hiciera el debido cumplimiento al decreto y acordaron que anualmente, cada 21 de Octubre, y hasta estas fechas, se celebrara un acto luctuoso para rendir homenaje y conservar en nuestra memoria la lección de heroísmo de aquellos personajes que entregaran sus vidas por la defensa de la soberanía nacional.
Sobre la Plaza y Jardín Mártires de Uruapan en épocas recientes, ya en el siglo XX, la plaza fue utilizada como espacio eventual para mercado, al situarse a principios de 1900, una cantidad significativa de artesanos y vendedores quienes ofrecían sus mercancías a los vecinos del pueblo. Por cierto, en la época de la revolución era conocida como “La Plaza de Armas”.
Al costado Poniente de ésta, se situaba el famoso cine-carpa Pathè, el cual venía por temporadas a Uruapan, ya desde 1911 aproximadamente, tal como se puede ver en algunas fotografías tomadas desde el estudio de don Justo Contreras, ubicado en la planta alta del Portal Guzmán, antiguo de don Hermenegildo Solís.
A la par, la plaza ha sido restaurada por algunos gobiernos del municipio, y una de las más recientes rehabilitaciones fue emprendida por el gobierno priista de José Robledo Estrada (1992-1993), la cual la continuó la administración de Mary Doddoli Murguía (1996-1998), en su primera administración; la más destacada en su trayectoria política dadas las necesidades que para entonces tenía nuestro municipio.
Acto seguido, un hecho por demás vergonzoso fue sin duda el robo del busto a Carlos Salazar Ruiz situado en el Monumento a los Mártires y que misteriosamente desapareció a mediados de noviembre de 2010, acontecimiento que causó malestar entre la ciudadanía, maestros, medios de comunicación y agrupaciones, lo cual dio como resultado el compromiso del gobierno de Antonio González para mandar hacer una réplica del busto que tenía más de 110 años de existencia.
En resumen, los cambios realizados en la plaza Mártires de Uruapan fueron concluidos durante el gobierno de la administración 2008-2011, a pesar de las distintas opiniones a favor y en contra, que se expresaron en plena restauración y mejoras a la misma. Hoy día es utilizado como parte del espacio que se tiene para la temporada del Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos.

Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad de Uruapan.

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