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“Captain From Castile”: Jean Peters y Tyrone Power, una vez en Uruapan

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¡CAMARA, ACCION!……….PORMENORES DE SU ESTANCIA EN URUAPAN.- En los primeros días de enero de 1947, una noticia se extendería por todo el vecindario del pueblo. Habían llegado unos “gringos”, para filmar en Uruapan parte de la película americana de nombre “Captain From Castile” (Un Capitán de Castilla).
En este largometraje la compañía cinematográfica había escogido las mejores bellezas naturales del estado de Michoacán para incluirlas en sus locaciones. Fueron tres las ciudades afortunadas: Morelia, la majestuosa ciudad de la cantera rosa, patrimonio de la humanidad; Pátzcuaro, la antigua capital del Imperio Tarasco, y Uruapan, el bello vergel de inspiración poética, esta vez destinada para los hacedores del séptimo arte.
La filmación corrió a cargo de la rica y prestigiada compañía Twentieth Century Fox. Por eso se decía que el respaldo económico era más que suficiente. Se disponía de lo necesario para impactar al mundo con “Un Capitán de Castilla”.
Los empresarios esperaban superar las expectativas en comparación con otros filmes, quizás con suerte y alcanzara mayor éxito que el que obtuviera “Lo que el Viento se Llevó”, el memorable clásico del cine por excelencia.
A Uruapan, la tierra que arribaran tantos viajeros durante los siglos XVIII y XIX, al igual que importantes personajes de la historia patria, asimismo de visitantes distinguidos; llegaba un número considerable de actores, actrices, y otro tanto que integraba la selecta producción. Luego de su estancia en Uruapan, los artistas nunca olvidarían las bellezas naturales del Cupatitzio y más que nada la cordialidad de su gente.
Y es que por tres semanas los actores y el casting se confundirían entre los vecinos que colaboraron para alcanzar el objetivo: obtener el mejor rodaje de la producción fílmica, propiedad de la empresa estadounidense citada.
Al pisar por primera vez la tierra del Cupatitzio, parte del elenco más importante de un “Captain From Castile”, sería recibida por una comitiva local representada por autoridades y personas de la sociedad de ese entonces. Fue exactamente durante el gobierno de Roberto Pérez Magaña, el que por muchos años trabajó en las Oficinas de Hacienda y que siendo edil gestionara los primeros cimientos del monumento a la Bandera, construido por el Arquitecto Enrique Marín López.
Tránsito Montes, exboxeador amateur, beisbolista y en esos días uno de los taxistas que contrataron durante los días en que se efectuaron las grabaciones de la película; recuerda como si fuera ayer la llegada, dice: “A varios de nosotros nos contrataron para ir a recibir a unos artistas que arribaban en avión a la pista vieja procedentes de Morelia o Pátzcuaro: ahí era donde aterrizaban los aviones que llegaban a Uruapan. Es casi por donde se encuentran ahora las prepas. Ese día, llegaron varios artistas, pero al que más le ponían atención era a Tyrone Power y a la joven Jean Peters. De ahí nos trasladamos al centro de la ciudad. Lo que noté la vez que conocí al actor, es que era buen tipo, pero casi no hablaba con nadie, solo con el traductor. No reía mucho. La señorita Jean era una hermosa mujer”.
Por otro lado, ya en Uruapan, para brindar una mayor hospitalidad a los visitantes, se rentaron algunas casas con el fin de alojar a los protagonistas, aunque otras fueron prestadas.
A César Romero le tocó hospedarse en la Casa de los Hurtado, situada en la esquina Oriente del Portal Carrillo y primera de la calle Cupatitzio. Todavía esta familia conserva una foto autografiada por el actor en su breve estancia.
Tyrone Power se hospedó en la casa de don Luis Fernández, ubicada en la Plazuela “Donato Guerra”. Actual propiedad del señor Felix Herrera, y lugar donde en 1905 naciera la oficina federal de Correos.


Los demás participantes se hospedaron en los mejores hoteles de la época. Es decir, el hotel “Progreso” y el hotel “Mirador”. Ya que tanto el “Hotel París” (donde hoy está el Mercado Vasco de Quiroga) como el “Hotel América” (estuvo ubicado al lado del hotel “Progreso”), no reunían las comodidades y exigencias de los visitantes.
Comenzaron los trabajos de filmación y se seleccionó un lugar cercano a Uruapan, llamado Tiamba, para escenificar las tomas planeadas. Era una zona muy cercana al volcán Paricutín, todavía semiactivo. A las faldas de éste, se construyeron dos hermosas pirámides de yeso, para la ambientación de la película, misma que se situaba en los primeros años de la época de la Conquista de México.
Aunque no sólo en esta zona se filmó, pues también varias escenas panorámicas fueron tomadas en la Tzaráracua y sus alrededores.
Durante los días en que se hizo el rodaje en las locaciones de Tiamba y la Tzaráracua, los participantes y protagonistas se trasladaban en vehículos desde Uruapan a esos sitios, es decir, todas las mañanas se iban hacía el Noroeste de la Ciudad, rumbo a Capacuaro, para integrarse al rodaje de “Un Capitán de Castilla”, o bien al Sureste para ir hacia la famosa cascada.
Fue entonces cuando Uruapan, como nunca antes, se convirtió en un concierto cinematográfico de varios movimientos. Obra de su director Henry King. Había trabajo para el que quisiera, y de manera presto; mucha diversión por las cosas chuscas que les pasaba a los extras uruapenses con un toque de allegretto; los autógrafos de los artistas Jean Peters, Tyrone Power, Romero, Stella Inda, eran un molto vivace; y los enojos de King cuando una toma salía mal y decía ¡Corte!, simulaba algo así como el indispensable BIS de un movimiento. Pero que al final, quedó integrada la armonía e inspiración fílmica.
Por otra parte, había que familiarizarse “everybody” y sentir la singular música y el ambiente escénico, hasta para comer. En varias ocasiones artistas y trabajadores iban a su almuerzo en el salón de fiestas “El Casino” (hoy Pasaje Martínez), localizado frente al “Hotel Progreso”, en la primera calle de 5 de Febrero. Habilitado como si fuera una gran fonda. Ese lugar, en el que alguna vez llegara a cantarle al público local el inmortal Pedro Infante.
Aunque, igual y desde Uruapan hasta donde estaba grabando el elenco se les mandaba el famoso “luch” (¡es una necesidad aprender algunas voces del idioma¡).
Don José Pulido, fue uno de los conductores de las camionetas que llevaban la comida hasta la locación; el conocido por la palomilla como “El Chispa Pulido”, asegura que hasta dos carros repletos de comida les llevaban: carnes, frijoles, sopas, frutas y refrescos, y lo repartían en Angahuan, lugar de concentración para los participantes en el largometraje.
Cabe señalar en estas líneas que la presencia de las estrellas del momento Jean Peters y Tyrone Power causó mucho revuelo en el pueblo. Inclusive, cuando los productores solicitaron algo más de personal y extras para el casting, fueron incontables los vecinos –ricos y pobres- que prestaron sus servicios “de extras”, o de lo que se necesitara; pues salir en “Captain from Castile”, ¡sería toda una experiencia!
Don Alfredo Alvarez Treviño, entonces propietario del hotel “El Mirador” de la avenida Ocampo, colaboró como traductor y tuvo la oportunidad de relacionarse con el elenco principal.
En Uruapan, luego de mucho movimiento en los días de grabación, el trabajo de la película de la Twentieth Century Fox, llegó a su fin. Al final la estancia de los americanos y actores nacionales fue cerca de tres inolvidables semanas. De ahí partieron rumbo a Acapulco a filmar las últimas escenas en un lugar llamado Tres Palos. Varios uruapenses contratados partieron hasta la bahía a acompañarlos.
Contaba el gran amigo Nicolás Oropeza Escobar que él fue el chofer que condujo en un jeep hasta Acapulco al director Henry King, y otros colaboradores suyos y gracias al conocimiento del inglés, fue su traductor.
Por cierto, en su momento en Pátzcuaro se captaron escenas en los miradores naturales llamados “El Estribo” y “El Calvario”, según asegura el nicolaita Carlos Hernández Chichitz, testigo ocular de las tomas hechas ahí; y en Morelia, se filmaron escenas de la arquitectura de la antigua Valladolid. También se representaron paseos por los callejones y calles angostas.
Al rendir cuentas finales, se sabe que para filmar “Un Capitán de Castilla” se gastó la cantidad de dos millones de pesos. Era una película hecha en México pero con marca americana y sería exhibida en todos los cines de la república a finales de 1947 o principios del siguiente año.
Cuando se concluyó el rodaje se supo que en Morelia empresarios de otra compañía norteamericana estaban planeando realizar una película con ambiente latino en tierras michoacanas, aunque la verdad solo el largometraje de “Captain from Castile”, sería la que guardaría el espíritu del Cupatitzio, de la Tzaráracua, de la gente uruapense y especialmente de los “extras” de Uruapan.
Antes de concluir estos son algunos datos esenciales de una de las contadas películas que han tenido como escenario bellezas naturales de Uruapan.
La película se filmó para contar con un largometraje de 140 minutos, y fue a color, es un film de aventuras basado en lealtades y traiciones, venganzas y honras, sombras y dudas. Combina con enorme sensibilidad la interacción de espíritus aventureros y evoluciones personales de carácter intimista. Fue un trama que oscila en la dualidad que combina la aventura exterior con un proceso de maduración y de evolución casi mística, constituyendo el un buen acierto de esta sorprendente producción de la 20th Century Fox, erigiéndose como una de las propuestas más adultas del género, en una época que fue bastante fértil hacia este tipo de producciones.
Se situaba por 1518, en la época de Hernán Cortés. Trataba de la vida de Pedro de Vargas (Tyrone Power), un español de la nobleza que es forzado a salir de su país, durante la inquisición española. Como puede escapa al lado de una hermosa y tierna damita de la muchedumbre llamada Catana Pérez (Jean Peters). Al pisar tierra firme, se unen al ejército de Hernán Cortés (Cesar Romero), durante la expedición para conquistar el antiguo Imperio Azteca. Al establecerse en la que posteriormente se le conocería como La Nueva España; Doña Marina (Stella Inda), será la traductora de Hernán Cortés. Misma que ayudaría mucho para los intereses del conquistador peninsular.
El relato sigue. Con el paso de los días, el embrujo encantador de la bella Catana hace su reacción en Pedro de Vargas, quien se enamora perdidamente de ella. Catana le responde de igual forma. Pero, había un inconveniente. Pedro sería rival de Cortés, y de aquí hasta el final del largometraje, el coraje y lucha de Pedro contra Cortés, se concentrará en batallas por ganar una conquista, no colonial ni espiritual, mejor dicho de amor a una doncella. Batalla que ganara heroicamente Pedro de Vargas.


Desde un principio hasta el “Happy End”, la participación de todo el repertorio, además del ambiente en que se escenifica, fue lo necesario para Henry King, se sintiera satisfecho con otra de sus obras, “Un Capitán de Castilla”. A pesar de ahora habría que ver los comentarios de los críticos del séptimo arte.
Vale la pena citar al elenco artístico, el que a propósito era muy completo. Figuraban los siguientes actores y actrices:
Tyrone Power, fue el artista principal, representado a Pedro de Vargas. La estrella varonil pertenecía a la época de Gregory Peck, Clark Gable y Orson Welles. Su vida en el cine fue amplia y de gran calidad. Con Alice Faye a fines de los 30´s del siglo pasado, eran la pareja de estrellas más importante de la compañía Fox. Fue descubierto en la película. “Lloyd de Londres” (1937) y “Chicago” (1938). Todo el mundo cinéfilo lo recuerda por sus magníficas actuaciones en “La Marca del Zorro”, “Hijo de la Furia”, “Suez” y “María Antonieta”.
Jean Peters, caracterizó a Catana Pérez. Esta película la lanzó a la fama como una de las actrices más atractivas del momento. Llegó a actuar al lado de Marilyn Monroe y Thelma Ritter. Se distinguió por sus actuaciones en “Apache”, “Vicky”, “¡Viva Zapata!”, “Tan Joven como tú Quieras”, y otras más. Fue una actriz muy recordada por ser la segunda esposa del multimillonario Howard Hughes y por su papel en la película “Niagara”, que coprotagonizó junto a Joseph Cotten y Marilyn Monroe.
Cesar Romero, hizo el papel de Hernán Cortés. Como actor se le conoce por su trabajo en “¡Viva Villa!”, “Veracruz”, “La Jungla”, la primera versión de “Batman”, la serie de Televisión “Falcon Crest”, “El Hombre más Fuerte del Mundo”, “La Chica del FBI”, etc.
La michoacana Stella Inda (1925-1995), interpretó a “La Malinche”, personaje que protagonizó con gran calidad aquella nativa de Pátzcuaro que fuera conocida por sus actuaciones en “La Mujer del Puerto”, “La Canción del Milagro”, “Santa”, “La Feria de las Flores”, “Mala Yerba”, “El Rebozo de la Soledad” y “Lo Mejor de Teresa”.


Para Uruapan, fue un orgullo haber contado con algunos extras que se distinguieron en el reparto, tal es el caso del “extra” Adolfo Vargas Alvirez. Uruapense que viviera en el Portal Alto, en una casa que pertenecía a su pariente lejano, don Eduardo Ruiz, pues su madre era Anita Alvírez Ruiz, hija de Celso Alvirez y Cornelia Ruiz, hermana del político y escritor michoacano.
Vargas Alvirez llegó a doblar a Tyrone Power, a quien invitó una tarde para que comiera en un banquete en una casa del Barrio de San Juan Bautista, en honor al galán y estrella norteamericano.
Hubo otros actores y actrices secundarios, y el Productor de la película fue Lamar Trotti. El experimentado director Henry King, fue el responsable de “Un Capitán de Castilla”. Era un director infalible, en su responsabilidad habían estado: “El Viejo y el Mar”, “El Amor Es Una Cosa Esplendorosa”, “Ramona”, “Carrusel”, “Maryland”, “Los Bravados”, filmada también en Michoacán; “David y Bethsabe”, etc.
El director de música fue Alfred Newman. Se trataba de un norteamericano que había creado el aspecto musical de “El Diario de Ana Frank”, “Prisionero del Senda”, “La Marca del Zorro”, “Ramona”, “Nana”, “Robinson Crusoe”, “Aeropuerto”, etc.
En fin, la película basada en la novela de Samuel Shellaberger, dejó un gran sabor de boca entre los protagonistas que se esforzaron por entregar todo de su talento para crear una película de excelencia, ahora la pregunta se haría a los espectadores.
Pasarían un poco más de 20 años para que Uruapan fuera nuevamente locación de varias películas, entre ellas; la obra infantil, “Un Pirata de Doce años” (1971); la erótica Aundar Anapu (El hombre que bajó del cielo, 1974); “Las chicas malas del Padre Méndez” (1973); La melodramática “Los Pequeños Privilegios” (1978); la popular “Caminos de Michoacán” (1979) y otras más recientes.
Pero, realmente la que más impactó al vecindario de Uruapan hasta la fecha, fue “Un Capitán de Castilla” llamado Tyrone Power y su bella Catana Pérez, la guapísima Jean Peters.

Bibliografía: “Gran Historia Ilustrada del Cine”. Vol. III, Editorial Sarpe, Madrid, 1984.
“Cuarto Poder de Uruapan, periodismo de fondo”, Director Rogelio Bucio Ramírez. No. 54, Diciembre 22 de 1989.
“Tiempo, Semanario de la Vida y la Verdad”, Ejemplar 253, México, 7 de Marzo de 1947.
Además de varias entrevistas ¡hace 15 años! con Nicolás Oropeza (+), Tránsito Montes (+), José Pulido (+), Rosa Orozco, Alfredo Alvarez B., y Carlos Valencia (+).

Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad de Uruapan.

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