CDMX.- David Umemoto (Hamilton, Canadá, 1975) equilibra la línea entre escultura y arquitectura. Umemoto es originalmente arquitecto, pero ha comenzado a centrarse cada vez más en la escultura. En sus rígidas estatuas de edificios de hormigón, empuja la perfección en ambas disciplinas: las escaleras no conducen a ninguna parte y las paredes se detienen en el lugar equivocado.
Sus esculturas tienen mucho en común con los edificios imposibles del artista gráfico M.C. Escher, que ganó fama internacional con sus obras gráficas llenas de escaleras interminables y peces que se transforman en pájaros.
El arquitecto y escultor crea una colección de esculturas de hormigón que se asemejan a las características del movimiento de arquitectura brutalista de mediados de siglo.
Inspirado en las antiguas artes y la arquitectura de las Américas, la Polinesia y África, su trabajo se caracteriza por la geometría muy básica, la simetría y patrones repetitivos. El artista desarrolla los sistemas de construcción modular más increíbles y complejos, materializándolos en miniatura mediante el uso de hormigón. Después de usar un sistema de moldes cuidadosamente regulados, el escultor coreografía estos en arreglos escultóricos. Formadas enteramente de hormigón, las esculturas exponen la crudeza del material sin refinar.
Cada forma puede ser interconectada, desconectada y reorganizada para generar composiciones artísticas interminables, resultando en un estado constante de transformación. Umemoto explica su trabajo como una construcción altamente codificada y rigurosa de un sistema modular extenso donde cada elemento se puede sumar o substraer para dar lugar a una nueva obra única.
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