A mi comadre Elpidia Carrillo la conocí filmando la película mexicana «Familia Gang», dirigida por Armando Casas. De ahí en adelante hemos mantenido una gran amistad mi esposa Elvira y yo con ella. Elpidia es una actriz mexicana internacional que conquistó Hollywood con su talento y presencia. Debutó a los 17 años protagónicamente al lado de Jack Nicholson en «La Frontera», de Tony Richardson. Protagonista al lado de Richard Gere, Michael Caine y Bob Hoskins en » El Cónsul Honorario». Protagonista junto a James Woods en » Salvador», dirigida por Oliver Stone. Fue la muchacha heroína de Arnold Swarchenegger en » Depredador». Fue dirigida por el gran director inglés Ken Loach en » Bread and Roses», al lado de Adrian Brody y la mexicana Pilar Padilla. Hay un trabajo de ella que me encanta, su » Sandra», en la cinta » Nine Lives», dirigida por Rodrigo García. En esta cinta comparte créditos con Sissy Spacek y Gleen Close, entre otras grandes actrices. En » My Family», de Gregory Nava, Elpidia está extraordinaria. Ha trabajado en muchísimas cintas norteamericanas alternando con Will Smith, George Clooney, Annette Bening, y muchos más. Una luchadora social que no olvida sus raíces michoacanas. Es la directora del Festival de Cine de Michoacán, al que ella llama » Festival de Cine sin Cines».
Llevando películas y educación artística a las comunidades pequeñas de su estado. Ojalá las productoras mexicanas de cine y series televisivas aprovecharan todo su talento y experiencia y la invitaran a trabajar a México. Elpidia es quizá la mexicana con más películas y protagónicos en Hollywood. Ella nunca se publicita ni le interesa. No es mediática por eso mucha gente no sabe de ella. Su labor es de significativos pasos firmes. Elpidia no para, prepara muchas cosas; guiones, producciones que piensa levantar, urde cómo mejorar el Festival de Cine de Michoacán. Una mexicana admirable. Parácuaro Michoacán es su cuna. Ese éter de entrañable sabia en tierra caliente.
En 2014 El Festival Internacional de Cine de Guadalajara le dedicó con toda justicia su emisión. Una mujer de enorme bonhomía y con la cual uno sonríe y mucho.
Gracias siempre Elpidia.
Texto, Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan.
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