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Bajo la lluvia, con un fuerte chubasco que rebotaba en las baldosas de la plaza municipal, pero con grandes expectativas, finalmente este domingo en Asamblea General el municipio de Nahuatzen eligió nuevos integrantes del Concejo Indígena, con esta nueva acción se busca poner fin a una serie de conflictos y encontronazos entre los concejeros anteriores contra la sociedad en general.
Como una alternativa de solución a este conflicto que ha sumido a Nahuatzen en la pobreza generalizada, el Tribunal Electoral del Estado de Michoacan (TEEM), ordenó la renovación del concejo indígena y así dar oportunidad de solución a los problemas que vienen aquejando a este pueblo.
Tras cuatro años de confrontación entre la población y el concejo indígena, con la participación de la gente que acudió a la Asamblea General se le pone final a un capítulo que solo trajo pobreza e ingobernabilidad a este que se convirtió en el municipio más pobre de Michoacán según los registros que emitió el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el 2018.
Con un total de mil 611 votos a favor se nombró a Guadalupe Irepan Jiménez para que ocupe la presidencia del concejo, su suplente será Cruz Magaña; la Secretaría General quedó a cargo de Luis Aguilar Aviléz y su suplente Ilda Vázquez Aviléz; como tesorero se nombró a Elizabeth Rodríguez Contreras y su suplente Albina Flores Aviléz.
También se nombró a Eduardo Arreola Valencia y Herlinda Jiménez Talavera para que hagan la labor de enlaces entre el Concejo Indígena y el Ayuntamiento, lo que pronostica una concordancia de trabajo y relaciones para el buen funcionamiento de los servicios públicos que se deben ofrecer a la población.
Durante estos cuatro años fueron constantes las historias de agresiones, incendios de carros, destrucción de viviendas y una infinidad de abusos cometidos por el anterior Concejo Indígena.
Incluso está pendiente la comprobación de un recurso por el orden de los 11 millones de pesos que recibió el Concejo Indígena desde el 2018 y que aún no han justificado en gastos.
Se sabe también que hicieron un saqueo de muebles de la presidencia municipal, equipo de cómputo, vehículos desaparecidos y hasta cuadros que tienen un valor histórico; se desconoce la sumatoria del valor estimado en este desmantelamiento.
Ahora el nuevo Concejo Indígena tendrá la responsabilidad de levantar una acta de entrega-recepción para deslindar responsabilidades y permitir la fiscalización oportuna de todos los bienes materiales y contables con los que operó el concejo durante cuatro años.
Con el cambio de concejales se avizora una nueva etapa de organización social en este pueblo enclavado en la meseta purépecha, habrán de mejorar las relaciones con más autoridades municipales, estatales y federales, así como el trabajo para garantizar a la población los servicios públicos municipales, como el abasto de agua, alumbrado, seguridad y adecuada recolección y disposición de la basura, entre otros más.
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