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Hoy se celebra el día del Telefonista. Tuve el privilegio de ingresar a Teléfonos de México hace 42 años y haber sido parte a finales de los ochentas del equipo trajo a nuestro país la tecnología que disfrutamos actualmente (Internet, telefonía celular y satelital, redes privadas y todo lo relacionado). Cuando entré a trabajar ahí el mundo era otro y viví de primera mano la transición en México de medios de transmisión de cobre a fibra óptica con el consabido impacto en la vida productiva del país. También me tocó vivir de primera mano la mayor tragedia que ha sufrido la Ciudad de México cuando el sismo de septiembre de 1985 que al suceder nos dejó incomunicados con el resto del país y del mundo. Telmex tuvo graves daños en lugares tan importantes como el Centro Telefónico San Juan y la Central Victoria que se desplomó provocando que varios compañeros perdieron la vida y otros más quedaran atrapados bajo los escombros. Entre nosotros mismos y coordinados por nuestra área de Higiene y Seguridad, organizamos las brigadas para rescatar a los que estaban atrapados porque el gobierno no tenía la capacidad para atender una contingencia de esa magnitud. Gracias a Telmex y a mis compañeros que enfrentaron ese gran reto los hospitales, aeropuertos, bancos, cuerpos de seguridad y auxilio así como todas las instituciones prioritarias para la recuperación de la ciudad, en un lapso no mayor a dos horas se restablecieron las telecomunicaciones y en complemento la empresa apoyó a la población brindando servicio público gratuito durante los siguientes cinco años, hasta la implantación del servicio Ladatel del cual también participé. Me siento muy orgulloso de pertenecer a esta gran familia telefonista y sobre todo, por haber sido parte de una etapa histórica para el desarrollo tecnológico del país gracias a Teléfonos de México.
Imagen: En 1989 participando en labores de identificación de señal en la central Raza de Ciudad Juárez. Los cerros al fondo corresponden a El Paso, Texas.
Víctor Moreno, músico.
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