El famoso “Club de los 27”, denominación que se refiere al grupo de músicos célebres que comparten una fúnebre singularidad es muy poular: haber muerto trágica y prematuramente a la edad de 27 años, en casos concernidos mayormente con el abuso de drogas y alcohol, accidentes misteriosos e incluso el muerte.
En la lista está el guitarrista Robert Johnson, el rey del delta blues y primer “miembro” de este selecto club: el multiinstrumentista Brian Jones, el icónico fundador de los Rolling Stones; Jimi Hendrix, músico más dotado del siglo XX; la cantante Janis Joplin, estandarte del espíritu libertario de los años 60’; y Jim Morrison, líder de The Doors (todos curiosamente tienen la letra “J” en sus nombres o apellidos). A esta lista se agregaría posteriormente el músico norteamericano Kurt Cobain, líder de Nirvana y uno de los adalides del movimiento grunge; y la vocalista británica Amy WineHouse, de las voces más talentosas del blues rock, quienes fortalecieron la leyenda urbana al morir en la cumbre de la fama.
Hay cierta simbología exotérica con el número 27, en el Corán, por ejemplo, en Coran aparecen citados por su nombre 27 profetas, Jesús entre ellos. Para el islamismo dicho número posee un alto simbolismo en la espiritualidad islámica, ligado a la figura profética y al diálogo entre lo divino y lo humano.
En numerología es un número compuesto (entendiendo el primero como el dominante y el segundo como el que apoya o acentúa al anterior, aunque no existen combinaciones negativas, ya que no existen números “malos”; sólo indican momentos de crisis o de conflictos importantes).
El 27, al final es un número altamente orientado a la espiritualidad, que combina la capacidad creativa con la imaginación y está marcado por los misterios de la existencia. Se relaciona también con la salud y con la medicina, con las terapias alternativas, y los chamanes. / Juan Barrientos Figueroa.
Imagen del artista mexicano Jorge Flores Manjarrez.
Comments