CDMX.- Cierra la semana con la noticia que, tras su detención, ahora el abogado Juan Collado Mocelo –miembro de una importante dinastía de figuras del derecho en México- enfrenta un juicio por presunto lavado de dinero, proceso donde al parecer se involucra a los expresidentes de nuestro país: Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto.
Legalmente no es claro si el poderoso acusado, en su momento defensor de personajes muy polémicos, recibirá una sentencia condenatoria, porque si bien sabemos de su lado se halla una red de protección judicial.
Dicho sea de paso, el juez que lleva el tan delicado caso que ha desatado diversos comentarios a nivel internacional deberá estar consciente de lo que está en juego y el peso que le han cargado en su capacidad jurídica como estudioso del derecho mexicano.
Debemos resumir que castigar al jurista Collado Mocelo es sancionar el modelo legal, político y económico que él mismo representa. También, el encarcelarlo se traduce en emitir un mensaje a las alturas y clases poderosas de la república, o sea, a los grandes empresarios que en un abrir y cerrar los ojos se hicieron millonarios con tráfico de influencias, abuso de poder, complicidad, confabulación; igual, a los políticos que fueron protegieron y saquearon sin ninguna culpa legal a nuestro México.
Lo que sin duda es una realidad es que, a cómo está la situación estos momentos que se abre el caso ya en la etapa más directa, va a estar complicada la contienda, donde incluso la vigilancia del respecto al derecho y la justicia que tiene tal hecho jurídico debe ser transparente y apegarse a la ley mexicana, y en tanto el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador está ante una prueba de grandes dimensiones; en unas palabras, este caso no es sólo lo que acontezca en el juzgado.
Hoy seguramente los poderes reales que representa el acusado no se quedarán de brazos cruzados, la lucha apenas inicia. “Juan Collado se puede llevar a muchos al baile”, como dice el dicho. / Juan Barrientos Figueroa.
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