Toño Soto recordó que en el 2001, la Secretaría de Turismo inició el Programa Pueblos Mágicos, con el fin de impulsar el desarrollo turístico en distintas localidades del país, que se caracterizan por contar con arquitectura histórica, excepcionales paisajes naturales y tradiciones arraigadas, esquema gracias al cual diversas demarcaciones resultaron beneficiadas, entre ellas ocho de Michoacán.

Por ello, consideró que la determinación de la federación de no apoyar a los Pueblos Mágicos ha generado graves afectaciones a las demarcaciones con esta denominación, quienes no cuentan con los recursos para infraestructura y para impulsar las cualidades de las localidades, lo que genera mayor ingresos beneficio de la comunidad  y miles de familias que dependen de estas actividades.

El diputado integrante del Grupo Parlamentario del PRD en el Congreso del Estado refirió que cuando a una localidad se le otorgaba la denominación Pueblo Mágico, recibía un presupuesto a través del Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentables y Pueblos Mágicos (PRODERMÁGICO), que le permite mejorar su imagen e infraestructura turística. “Los recursos que se le asignaban eran utilizados, para remodelar plazas públicas, equipamiento y mejorar las vías de comunicación y con ello agregar valor turístico que derive en derrama económica en beneficio de los cientos de familias que viven en esas zonas”.

En ese contexto, recordó que desde que inició el programa Pueblos Mágicos en el 2001 y hasta el 2018, se destinaron al mismo, una partida acumulada de recursos por 3 mil 226 millones de pesos. Sin embargo, a pesar de que la Secretaría de Turismo tuvo un gran incremento de recursos para el presente ejercicio fiscal, se determinó desaparecer la partida destinada a las localidades con dicho reconocimiento y apostarle a otros proyectos como el Tren Maya.

Resaltó que en Michoacán están ubicadas ocho localidades que han sido reconocidas con esta denominación: Pátzcuaro, Cuitzeo, Santa Clara del Cobre, Angangueo, Tzintzuntzan, Tlalpujahua, Tacámbaro y Jiquilpan, para las que no habrá más apoyos etiquetados por el Gobierno Federal.

“Los ocho Pueblos Mágicos de Michoacán, una vez que fueron distinguidos con esa denominación, se les apoyó con recursos federales, mismos que fueron destinados principalmente para el mejoramiento de su imagen, a través de obras de infraestructura, campañas de promoción turística, mismas que permitieron incrementar la afluencia de turistas y visitantes, favoreciendo el desarrollo local y regional”.

Antonio Soto recalcó que Michoacán fue la tercera entidad federativa que más subsidio federal recibió dentro del Programa de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos (PRODERMAGICO) para el periodo de 2015 a 2018 con un monto de 136.5 millones de pesos, tan solo en el 2018, a través de dicho programa, se aplicaron 50 millones de pesos en la entidad, para consolidar la actividad turística, y fortalecer el desarrollo regional del Estado y sus municipios.

“El desarrollo del programa Pueblos Mágicos, permitió que los municipios en donde se encuentran localizados, en base a los ingresos obtenidos por la derrama económica de los turistas y visitantes, se elevara la captación de impuestos, se estimularon inversiones para la implementación y crecimiento de establecimientos turísticos, así también se realizaron obras orientadas al bienestar socioeconómico de las y los michoacanos”.

Recordó que en los últimos años el turismo ha crecido en Michoacán, convirtiéndose en una actividad fundamental para el desarrollo integral del Estado. En el 2018 se registró una afluencia de 9 millones 78 mil visitantes y turistas y una derrama económica de 11 mil 50 millones de pesos, esto en gran medida es posible gracias a la gran cantidad de atractivos turísticos con los que se cuenta, entre ellos los ocho Pueblos Mágicos, por lo que es necesario seguir impulsando esta actividad.

“Los recursos utilizados para el mejoramiento del atractivo cultural y turístico de los Pueblos Mágicos son aportados por los gobiernos de los estados y la federación, por ello quitar la partida destinada a las localidades catalogadas como Pueblos Mágicos, invariablemente repercutirá de manera negativa en la actividad turística de México y en la de nuestro Estado, y esto a su vez derivaría en un estancamiento económico regional, entre otras importantes consecuencias sociales, ya que los ayuntamiento, al tener otras prioridades para sus municipios, no podrían invertir recursos directos para el desarrollo de estos bellos lugares”.