La obra literaria, el relato, la narración ESCRITA, están hechos de lenguaje y la vida, nuestras vidas, de gestas, de acciones: al transliterar la vida puedes usar tal o cual estilo, luego entonces no existe la coincidencia entre ambas. Mira el ejemplo de Cristo: no estoy hablando de su existencia en la Historia, su biografía: no hay tal y nunca sabremos la verdad si existió o no. Su verdad no es de él sino de los DISCURSOS que se le atribuyen pues él no escribía. Es decir Cristo se constituye por lo que dicen de él y los discursos atribuídos, pero nada de vida; pero sí RELATAN los milagros que «hizo»; ni Sócrates, ni Buda escribieron los tres HABLABAN y en los tres casos se quiere hacer coincidir vida y obra, pero reitero: ellos no escribían. Los demás hicieron LITERATURA con las tres vidas. Entonces no pueden coincidir vida y obra literaria. La sinceridad no es cosa de la literatura para eso existe la crónica, los anales las videograbaciones, donde se DICE la VERDAD. La obra literaria es un plus de vida. CIORAN el autor, no es Emil M. Cioran: lo que narra ESCRIBIENDO está transfigurado en las MENTIRAS de la literatura. La literatura es el PLUS de la vida. En consecuencia la vida literaria es un acrisolado artístico donde lo real no cuenta, cuentan lo imaginario y lo simbólico. Es decir la vida se alquimiza en arte. Sólo la escritura permanece y La Gramatología la desencripta.
Juan Heladio Ríos Ortega.
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