No hay contrapeso de personajes ni psicológica ni narrativamente, ¿por qué no «bifurcar» las historias y contraponer miradas como se decía en lenguaje Cortazariano en 1971?, aunque el ángulo de la lente te da panorama y aparentemente ves lo contextual-general, la historia te lleva siempre a un centro, como temiendo la dispersión, eso hace que el sonido dé una idea de ese múltiplo (la ciudad) pero sin importancia real, sólo como fragmentos muy bien unidos, sí, es carga polifónica pero a la vez mero ruido de fondo porque se interesa sólo en mostrar y en implicar pero no activa un aspecto más complejo que es permitir inferir, aquí eso se sustituye por sucesión de datos, demasiado evidentes, poco juego libre a lo que se presta el intento (hoy el videogame está poniendo el ejemplo de narrativas que se abren y se cierran, que conectan pero confunden y que puede tener resultados muy interesantes en el cine contemporáneo: Lynch Twin Peaks 3 fue una buena respuesta), sucesión, digo que me quedó a deber porque se resuelve por linealidad y tristemente con una especie de gags, pasar del retablo vivo, que en momentos es interesante, dentro de la casa sobre todo, al punch-line, como la «malandréz» telenove-ñera de Fermín y sus diálogos. Luego hasta el blanco y negro se siente a huevo, no se diga lo de la televisión. Finalmente Cuarón no abandona ese tonito despectivo, mametas, que caracterizó a Tu Mamá También, como presunción de un humor rancio, inclusive racistón, que le atribuye a sus personajes pero que también se siente como carácter del film y que uno puede confundir como el lugar desde el que el director habla, aunque lo quiera hacer pasar por autocrítica. En fin, Roma está sobrevalorada y sobada, así como está siendo elevada así se desinfla y olvida, en todo caso lo mejor que nos dejó el 2018 es haber recuperado a Steve McQueen y a Lanthimos después de sus malos films previos anteriores y bueno ojalá gane el martes The Green Book el Óscar a la mejor película porque la «nuestra» sería más triunfo publicitario que fílmico y ¿no es eso lo que siempre les criticamos a los gringos?.
Angel Sánchez Borges.
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