Entrevistas y ColaboradoresSucesos

¿Cuáles son tus preguntas?

0

Gran polémica ha causado la situación que prevalece ante el fenómeno social a causa del desabasto de la gasolina, en este sentido, reconocemos el altercado que ha causado tal situación a través de las distintas redes sociales, donde las expresiones son de diferentes prismas y argumentos de manera que han llegado a una polaridad nacional. Un ciudadano preocupado por el fenómeno social, Leopoldo Velarde-Ortiz, por ejemplo, en su plataforma digital señala una serie de preguntas que cualquier mexicano podríamos hacernos, así se pregunta: ¿Cuántos huachicoleros están sufriendo por la decisión del Gobierno Federal? ¿Cuántas cabezas han rodado? ¿Cuáles son los nombres de los que ya identificaron? ¿Cuántos detenidos? ¿Cuántos están sometidos a proceso? ¿Cuál es su castigo? ¿El problema es la corrupción o la impunidad? El interés de tales cuestionamientos se desdobla al atender este suceso en preguntas como, ¿Cuántas pipas se necesitan para cubrir el 100% de la demanda? ¿Cuántas pipas hay? ¿De quién son esas pipas? ¿Cuánto cuestan? ¿El costo es menor que lo que se trata de ahorrar para evitar el robo de combustible? ¿Las pipas no se lo roban?

 

Y Abundando refiere y se cuestiona: ¿El fin justifica los medios? ¿Existe un plan? ¿Cuál es? ¿Avisaron? ¿Cuánto tiempo durará? ¿Qué pasa si no funciona? ¿Cuál es el plan B? ¿Qué medidas de contingencia se están tomando? Pero eso no es todo, Velarde-Ortiz dice que ¿Quiénes son los más afectados? Si eso sigue ¿se paralizará la actividad social, escolar, productiva, empresarial y gubernamental? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuáles son las consecuencias a corto, mediano y largo plazo? ¿Cuánto tiempo es suficiente? También, ¿Cuál es la cuantificación de los daños al momento? ¿Cuánta gente no ha podido llegar a su trabajo? ¿Cuántos no han podido sacar lo del día? ¿Cuántos más no van a sacar lo del mes? ¿Cuántas empresas han sufrido ya las consecuencias? ¿Cuántas no tardarán en ser afectadas? Y al final, en una crítica constructiva aduce a la reflexión:

 

¿Está bien que nos formemos dos, cuatro, 24 horas? ¿Cuánto tiempo vamos a aguantar? ¿Cuántas horas ha dormido la gente? ¿Cuánto tardará en que a la gente le empiece a afectar mental, emocional y físicamente? ¿Cuáles son las consecuencias que traerá el desgaste de la gente? Y abunda, señalando que ¿Cuáles son las alternativas que tenemos? ¿El transporte público es suficiente? ¿Es adecuado? ¿La gente tiene bici? ¿La gente puede caminar en las calles? ¿Las calles son seguras y adecuadas? ¿Cuántos más serán asaltados? ¿Sabían las consecuencias de una decisión de esta magnitud? ¿Lo pusieron en una balanza? ¿Es más caro el caldo que las habas? ¿Está bien crear una crisis? ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Habrá algún victorioso? ¿Quién será? ¿Qué pasará si mañana se “descubre” que hay malos manejos en de la energía eléctrica, el agua o cualquier otro? (…) ¿Estamos preparando un mundo sustentable para vivir sin petróleo o sin el abastecimiento de energía que vienen del gobierno? ¿Cuáles son tus preguntas?

Comments

comments

Se va normalizando el suministro de gasolina en Michoacán

Previous article

Creación del Instituto Nacional de las Mujeres, organismo en defensa de la equidad de género

Next article

You may also like

Comments

Comments are closed.