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No soy fan de las películas de Stars Wars y nos las he vuelto a ver desde hace muchos, muchos años. Supongo que todo se remite a un cuadro de trauma infantil.
En cierta ocasión me invitaron a una fiesta de disfraces y yo insistí e insistí para ir disfrazado de Darth Vader, por lo que me compraron el traje completo, uno muy bueno, el caso es que llegué a la fiesta, conviví con mis amigos, nadé en la alberca de pelotas, hasta que descubrí que algo le hacía falta a mi disfraz: la máscara.
Cuando llegamos por ella al coche ya se había achicharronado, pues era de plástico. Me sentí tan triste que hasta el disfraz me quité. Supongo que eso me marcó.
Y que luego tuve un amigo que tenía todo lo relacionado con Star Wars, y que me invitaba a su casa tan sólo para presumirme lo que le acababan de comprar.
En fin, si en algún momento puedo hacerlo, compraré un traje de Darth Vader para mí y saldré así a la calle, al metro, que se note que al fin superé mi trauma infantil./ Oscar Garduño.
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