Llama el senador Antonio García Conejo a erradicar la discriminación y desigualdad de que son objeto millones de personas que tienen esta fuente de trabajo en el país
- Exhorta a no ser omisos como en legislaturas pasadas y a modernizar la legislación para dotar a las y los trabajadores del hogar, de servicios de salud y seguridad social, y evitar que terminen sus años de vida en condiciones precarias
- El Grupo Parlamentario del PRD refrenda su vocación histórica a favor de las causas sociales; propone reformar las leyes Federal del Trabajo y la del Seguro Social para proteger a personas que prestan servicios laborales de planta en hogares
En México, una persona dedicada al trabajo doméstico de planta no cuenta con derechos laborales, ni seguridad social y mucho menos, con alguna garantía de pensión, situación que, exhortó el Grupo Parlamentario del PRD (GPPRD) en el Senado de la República, es urgente cambiar como un acto de justicia social.
El legislador Antonio García Conejo llamó las y los senadores de la República a erradicar la discriminación y garantizar el acceso a servicios de salud y seguridad social para quienes se desempeñan en estos empleos.
Y es que en el país, existen 2.3 millones de personas que se dedican al trabajo del hogar, entre las que están las que lo hacen de manera fija, es decir, que pernoctan en la vivienda donde realizan sus labores.
El senador evidenció que de la cifra de 2.3 millones, 90 por ciento son mujeres –de acuerdo con datos de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación—, “la mayor parte de las y los ciudadanos no consideran al trabajo del hogar como una ocupación real, sino como parte de las actividades normales o naturales de las mujeres”.
Es imperioso –aseguró el senador en tribuna en la Cámara Alta— dotar a estas personas de las mismas condiciones laborales que otras y otros trabajadores en el país. El objetivo de su fracción no es otra más que la de dar equidad en las condiciones laborales para quienes desempeñan labores domésticas.
La bancada pide piso parejo para todas y todos los trabajadores que laboran de planta en hogares del país, a partir de una modernización en la legislación en la materia.
Con este planteamiento, el Grupo Parlamentario del PRD refrenda su vocación como el único partido históricamente a favor de las causas de la clase trabajadora; propone reformar la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social.
Y más tomando en cuenta que, actualmente la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estima que solo 10 por ciento de las personas dedicadas a trabajo doméstico disfruta de protecciones laborales equivalentes a las que disfrutan otras y otros trabajadores. El 90 por ciento de las y los trabajadores del hogar están excluidos de los sistemas de seguridad social.
La legislación permite que las y los empleados para trabajo doméstico trabajen jornadas de hasta doce horas o más, sin derechos laborales, ni seguridad social, sin contrato, sin garantías de pensión y sin posibilidad de ahorro, es decir, con privaciones que los colocan en condiciones distintas a las de otras y otros trabajadores ajenos a la labor doméstica.
“A lo largo de nuestra historia jamás hemos considerado a ese grupo de mexicanas y mexicanos con los mismos derechos que cualquier otro trabajador o trabajadora”, lamentó.
Existe un desprecio por las trabajadoras y trabajadores del hogar, pues la legislación en materia de Seguridad Social considera que es voluntario el acceso de estas y estos empleados al régimen del Seguro Social, y por ello quien las o los contrata no tiene obligación a inscribirlas o inscribirlos, nulificando con ello su derecho a recibir atención médica, medicinas o atención al parto, entre otras.
La legislación en la materia está totalmente rebasada, pues los preceptos que contiene la Ley Federal del Trabajo vigente derivan de una ley del 28 de agosto de 1931, en la cual se establecían condiciones discriminatorias e injustas entre trabajadoras y trabajadores domésticos y las y los patrones.
“Así es que, nuestra ley permite que un trabajador doméstico con habitación y comida sólo perciba mil 324 pesos con 95 centavos al mes, por un trabajo de 12 horas diarias o más, entre lunes y el sábadoa medio día. En algunas ocasiones, incluso, los trabajadores son de semana cerrada; no tienen ningún día de descanso, desafortunadamente eso es lo que nos dice la realidad”.
Ante ello, Antonio García Conejo recalcó que en la actualidad se cuenta con una ley anacrónica, que no sirve para dar cauce o solución a las demandas más sentidas de la clase trabajadora, especialmente de las personas que se dedican a las labores domésticas, “hay que modernizar la legislación para que podamos dotar a estos millones de empleadas y empleados”, remarcó.
Por ello, esta propuesta, aseguró el senador es para cumplir el compromiso “que como sociedad tenemos con esos millones de mexicanas y mexicanos, de encontrar en su fuente de trabajo un medio de subsistencia digno que les permita vivir con certeza”.
El legislador michoacano llamó la atención sobre el nulo interés de las autoridades o legislaciones pasadas, pues desafortunadamente existen esas más de 2 millones de personas que corren el riesgo de terminan sus días, sus años de vida, en condiciones precarias.
Comments