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Quisiera que no me juzgues por mi fe. Te puede gustar o no mi religión, pero es mi camino para llegar a Dios y al prójimo, que es la imagen de Dios, y para soñar con un mundo y un hombre nuevos. Si mi religión tiene como fin el amor, no debería molestarte.
Quisiera que no me juzgues por mis ideas políticas. Podemos coincidir o no, pero son mis herramientas de lucha contra la injusticia y de búsqueda de una sociedad igualitaria. Si mis ideas políticas sirven para construir un mundo mejor, no deberían molestarte.
Quisiera que no me juzgues por lo que escribo. Te puede agradar o no, quizás no sea bueno, pero siempre será sincero. Si gran parte de mi día lo dedico a expresarme a través de la poesía, me salga bien o mal, no debería molestarte.
Quisiera que no me juzgues por las personas junto a las cuales busco el amor y el placer, corporal y espiritual. Pueden simpatizarte o no, pero si están conmigo es porque me hacen feliz, y si me querés bien, no deberían molestarte esas personas.
Quisiera, en fin, que no me juzgues más que por el amor y el servicio a los demás, del mismo modo en que yo trato de no juzgar a nadie más que por eso. Habité sesenta años este mundo sirviendo modestamente a la belleza, al bien y a la justicia. No espero mucho de lo que pueda venir. Me gustaría caminar lo que resta sin odios, sin envidias, sin resentimientos, con las mínimas ambiciones materiales. Alguien que aspira a estas cosas no debería molestarte. Ojalá que algún día puedas hacer de tu vida un balance mucho mejor que este que borroneo, en esta mañana de octubre, tratando de encontrar las más sencillas palabras.
*Texto de Guillermo Eduardo Pilía.
*Guillermo Eduardo Pilía es un excelente escritor argentino, nació en 1958 en La Plata, donde estudió y se graduó en Letras. Actualmente es catedrático de Lenguas Clásicas y de Teoría Literaria. Su obra poética es de gran interés narrativo y poético, está integrado por Arsénico (1979); Enésimo Triunfo (1980); Río Nuestro (1988); Río Nuestro / Cazadores Nocturnos (1990); Huesos de la Memoria (1996); Viento de lobos (2000, plaqueta); Visitación a las islas (2000, plaqueta); Caballo de Guernica (2001); Ópera flamenca (2003); Herido por el agua (2005); Ojalá el tiempo tan sólo fuera lo que se ama (2011); La pierna de Rimbaud (2012, plaqueta); Caballo de Guernica / Guernica Horse (2014, versión inglesa de Brian Cole); Elegías de Casa Bermeja / Elegias de Casa Vermelha (2014, versión portuguesa de Ana Lía Torre Obeid); Selene y Endimión / Σελήνη καὶ Ενδυμίων (2015, versión griega de Yorgos Kentrotis); Ainadamar (2016) y Sobre la cuerda y sin la red (2016). Pero eso no es todo, es autor, de numerosos cuentos y ensayos. Su obra ha sido premiada en Argentina, España, Francia, Estados Unidos y Ecuador, entre los últimos, el Premio Al-Ándalus (2010), el Premio Andrés Bello a su obra poética completa (2014), el Premio a la Excelencia Literaria de la Unión Hispanomundial de Escritores (2016) y el Premio “León Benarós” de la Fundación Argentina para la Poesía (2016). Es miembro de destacadas instituciones literarias e hispanistas, como la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid, en la que ocupa la vicepresidencia y el sillón Francisco Luis Bernárdez. El próximo mes de Noviembre será nombrado miembro de la Academia de Bellas Letras de Granada.
La presente es una muestra del gran talento que tiene este literato sudamericano.
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