A principios de los sesentas Uruapan era una ciudad chica y tenía una población no considerada por las emisoras de televisión abierta para que poseyera una repetidora, por temor a que no fuera rentable.
La estación más cercana era la que estaba localizada en el Cerro Zamorano. Aunque sus señales estaban mal captadas ya que la población se ubica en un valle, en una depresión, lo que impide una recepción adecuada.
Ante ello, por 1967, un grupo de veinte empresarios, entre ellos el ingeniero Manuel Belmonte Espinoza, junto con Salvador Ceja, Manuel Trejo y Francisco Flores Cuadra, interesados porque se acercaba la justa olímpica, buscaron llevar la señal a esta plaza. Algunos de los empresarios, trataban con ello de vender aparatos de televisión, pero en general estaban interesados en el desarrollo de las comunicaciones de Uruapan. Gracias a su entusiasmo se organizaron para poder llevar la imagen televisiva a esta región.
Se entrevistaron con el Ing. Abraham Kahn, quien tiempo atrás había formado una compañía, video sistemas, que representaba a Jerrold en México y se dedicaba a la instalación de sistemas de antena maestra en edificios, condominios, hoteles, etc.
Para ello se asoció con los hermanos Javier y Víctor Ribero Azcárraga, dueños de la fábrica de aparatos de televisión “Majestic” y juntos vendían un paquete que incluía televisores, equipo e instalación, negocio que llegó a ser pionero en la televisión por cable mexicana.
Desde 1967, Kahn, hizo sus primero contactos con funcionarios de la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes), pero sin mucho éxito. Precisamente en esos momentos fue cuando los empresarios de Uruapan lo buscaron para que los asesorara.
De tal forma que el ingeniero y los técnicos enviados por Jerrold iniciaron una exploración de la zona. Encontraron, que cerca de Uruapan, como a veinte kilómetros, estaba el Cerro Burro, donde la Comisión Federal de Electricidad ya había colocado sus equipos, lo que facilitaba la instalación de una cabeza receptora para un sistema de televisión por cable.
Poco después, subieron al cerro y encontraron que las señales del Zamorano llegaban muy bien a la cima del Cerro Burro. A continuación constataron la posibilidad de transmitir esas señales hasta los hogares del centro de Uruapan, por medio de un cable troncal. Fue el inicio de la instalación de toda la red.
Los empresarios de Uruapan estaban satisfechos al ver cristalizada la instalación, pero tenían el temor de que el Telesistema Mexicano, sabedor del mercado virgen de la región, mandara una repetidora que diera “al traste” con el sistema que estaba a punto de echar a andar. Los uruapenses fueron directamente con Emilio Azcárraga, quien no le interesó mucho el problema y los envió con Ribero Azcárraga, pero debido a la insistencia de los empresarios, Kahn y los Ribero Azcárraga formaron la empresa Telecable Mexicano que participó con un 35% del capital en la instalación del sistema de cable en Uruapan, Michoacán.
Todo estaba listo y las olimpiadas pronto iniciarían. Sin embargo, faltaban los permisos de las autoridades para arrancar la operación, pues no sabían cómo manejar el aspecto comercial, en otras palabras, desconocían las tarifas.
Jorge Suárez Díaz, entonces Director General de Telecomunicaciones de la SCT, les concedió un permiso provisional, hasta que pasaba el evento deportivo, después ya se verían formalmente bien los trámites.
Mientras los uruapenses gestionaban la asesoría técnica, buscaban proveedores y se entrevistaban con autoridades, un fenómeno parecido ocurría en el Distrito Federal. Ese caso como otros aspectos interesantes, pueden consultarse en la referencia que se cita al final de este texto.
Pero regresando al caso de Uruapan las diligencias de los empresarios pioneros en la historia de la televisión por cable de esta ciudad, no se quedaron fuera de disfrutar las Olimpidas de México 68, en los XIX Juegos Olímpicos.
Durante el magno evento, iniciado el 12 de octubre del 68. Uruapan fue una verdadera fiesta popular. Algunos distribuidores de televisores del centro de nuestra ciudad colocaron aparatos en diferentes sitios de los portales y el zócalo de la Plaza Morelos. Cientos de niños y adultos, con expresiones de asombro e incredulidad, se arremolinaban alrededor de los monitores para ver las imágenes, de manera sorprendente, por vez primera, en Uruapan, justamente con los diferentes eventos deportivos. Algo fenomenal.
Fue así como se instalaron en nuestro país los primeros sistemas de televisión por cable, con cabeza receptora propia, Uruapan sería la primera población que, con documentación a la mano, desarrollaría la modalidad del sistema por cable (reconocer que fue el ingeniero Antonio Olguín Avila, responsable operador del Sistema). Conviene citar también como forjadoras del sistema a Distrito Federal, Nogales, Piedras Negras, Monterrey, Acuña, Monclova y Coahuila.
El esfuerzo logrado por Belmonte, Trejo, Flores Cuadra y Ceja, quedaría en la historia de un medio de comunicación tan importante como es la televisión, en esa época donde operaba bajo la electrónica de bulbos.
Como datos complementarios, inicialmente los propietarios del sistema de televisión en Uruapan cobraban una tarifa de 50.00 –viejos pesos-, pues la demora de las autoridades los orilló a estimar dicho costo. Al poco tiempo la señal se transmitía en 1,500 hogares de Uruapan y cuando un periodista regional se quejó bajo una nota informativa con el señor Suárez Díaz, funcionario de la SCT, porque al parecer no tenían permiso correspondiente, después de una serie de pláticas, se dejó aquella tarifa por el servicio. La denominación o razón social que tiene hasta la fecha el sistema concesionado es TV Uruapan, S. A de C. V. y su cobertura inició en 1968.
Sin embargo, la televisión llegó poco después, hasta que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en oficio 1747 fechada el día 13 de agosto de 1969, autorizó definitivamente la operación comercial del Sistema de Televisión por Cable para esta ciudad de Uruapan, con las tarifas aprobadas por la Dirección General de Tarifas, Maniobras y Servicios Conexos.
Departamento de Comunicaciones, Oficina de Radio y Televisión, en oficio 2750 de fecha 14 de agosto de 1969. El costo de la tarifa mensual fue de 50.00 pesos al servicio residencial y 70.00 pesos al comercial, además renta mensual por cada aparato adicional en el mismo domicilio costaba 15.00 pesos para servicio residencial y 20.00 pesos para el servicio comercial. El objetivo de TV de Uruapan pretendía incorporar a la ciudad en la Red Nacional de la Televisión Mexicana, dando así un paso positivo al desarrollo de nuestra comunidad. Los canales con que inició TV de Uruapan fueron las señales del canal 3 (XEZ-TV) y del canal 5 (XHZ-TV) de la estación repetidora del Zamorano, Querétaro, correspondientes a los canales 2 y 4 de la Ciudad de México. De los 12 canales disponibles, 3 quedaron disponibles para la Secretaría de Educación Pública para fines educativos y culturales.
Cabe puntualizar que la empresa TV de Uruapan tenía como fundador y mandatario jurídico al Ingeniero Manuel Belmonte Espinosa, se consideraba una sociedad anónima constituida por medio de la escritura pública número 3, 298 otorgada en la ciudad de Uruapan ante la fe del Notario Público Número 6 en el Estado, con residencia en esta plaza, el día 30 de agosto de 1968 y su representante legal lo era su Gerente General Sr. Francisco A. Flores Cuadra, bajo el número 8048 a fojas de la ciento veintisiete frente y vuelta, a la ciento treinta y ocho frente y vuelta del libro número 62, a cargo del Juzgado Primero de la Primera Instancia del Distrito Judicial de Uruapan, Michoacán.
Por cierto, el semanario “El Cruzado”, en su edición del 27 de noviembre de 1968, aseguraba que la flamante empresa TV de Uruapan S. A. de C. V., administrada por Manuel Belmonte Espinosa y Asociados, “promueve la novedad en comunicaciones” -en un anuncio donde se expresaba que- “la televisión ahora si es una realidad en Uruapan”, y aseguraba que los interesados tendrían una imagen con claridad perfecta, sonido insuperable y que «está al alcance de su mano. Denos -sin ningún costo ni compromiso- la oportunidad de incluirlo en nuestra red de distribución, instalando su servicio cuando usted lo quiera». Y continuaba: ¡No espere nuevas instalaciones! Suscríbase hoy mismo en Manuel Ocaranza No. 1-B, o reciba a nuestro representante que próximamente lo visitará, y así podrá incorporarse al maravilloso mundo de la Televisión, que es la diversión más barata y el entretenimiento familiar por excelencia». Por otro lado, ¡felices los primeros hogares que gozaron del servicio¡ Para febrero de 1969 se anunciaba que ya se encontraban en Uruapan los Ing. Elías Salas e Hipólito Camacho, este último, jefe de la empresa mexicana de televisión y técnico de la misma respectivamente.
Los que aseguraban que a más tardar el día último de aquél mes se pondría el servicio en las casas que ya hubieran comprado su televisor. Un mes después, en la segunda semana de marzo, don Francisco Flores Cuadra, uno de los socios de TV Uruapan S. A. de C. V., confirmaba el hecho histórico de que, con la aprobación de la SCOP, sería en los hogares de la Avenida Juárez, a varias cuadras del centro de la ciudad, donde por vez primera tendrían el servicio de televisión por cable. Además, Flores Cuadra informaba que máximo en una o dos semanas más, se determinarían las calles por donde habría de instalarse el servicio por cable, por supuesto que sería en aquellos hogares que ya contaban con una televisión.
En cuanto a la programación, los socios informaron que Uruapan contaría con tres canales de televisión de circuito abierto, por medio de la estación de microondas que pondría en servicio la SCT y con ello, se contaba con la posibilidad de que los televidentes no hicieran ningún pago mensual, situación que con el paso del tiempo cambiaría. Como sea, estos fueron los orígenes de la televisión en Uruapan. Ya en 1973 el semanario “Comentarios” incluía en sus interiores la tele-programación para conocimiento de sus lectores. Para entonces, Uruapan no tenía la programación de Televisa, empresa que en sus canales 13 y 11 ofrecía la mejor programación, por lo tanto Uruapan tenía que confortarse con tres canales: 2, 6 y 8. Aunque luego ya estarían en servicio en la ciudad. En lo concerniente a la programación en aquél tiempo destacaban: el noticiero 24 horas, Noticiero para Niños y Similares, novelas como Amarás a tu próximo, La Gata y María Teresa; Sube Pelayo Sube, Plaza Sésamo, El Hombre Araña, Meteoro, Las Aventuras de Capulina, Los Polivoces, El Circo de Rabanito, Los sabios del Futbol, Noticiero Domecq, La Criada Bien Criada, El Comanche, Señorita Cometa, Trilogía Policiaca, Fantasías Animadas, etc. Un año más tarde los programas favoritos serían:
La Pantera Rosa, El Gordo y el Flaco, El Túnel del Tiempo, Los Picapiedra, Archie, novelas como Mariana y Peregrina; Noticiero Social Deportivo, y ya se esperaba la programación del mundial de futbol de 1974 y los partidos del torneo de futbol mexicano, así como eventos boxísticos.
Posteriormente, siendo un antes y después en la historia de la televisión en Uruapan, «Televisión de Uruapan, Canal 7», iniciaría sus trasmisiones a partir del 19 de diciembre de 1979. Ese día, la imagen proyectada a cientos de aparatos receptores en los hogares uruapenses, captaron la señal enviada desde las oficinas instaladas provisionalmente, como local generador de imágenes, en la calle 20 de noviembre 22, del centro; señal que fue lanzada al aire con grandes dificultades técnicas y humanas. De esta forma, aquel día se pudo admirar, en vivo y a todo color, el primer noticiero producido y elaborado por una estación local de televisión en Michoacán, y que llevaba por nombre: Noti-siete, en donde intervinieron, Arturo Trejo García, director; Luis Aguilar Chávez, coordinador; Fernando Ortega Cancino, Raúl Rodríguez, Luis Adame, Carlos Díaz Trejo y Tony Larriva; además de Ricardo Vega Franco, Hugo Cervantes, Manuel Sandoval y Francisco Castellanos Javier.
Aquellos serían los primeros días de la televisión dedicada a la información noticiosa, por cable en Uruapan. Hoy la revolución digital nos induce a una nueva historia, tema para posteriores participaciones.
(La imagen que acompaña el presente texto vemos un anuncio que encontrábamos en el semanario “Comentarios”, número 491, Uruapan, 21 de noviembre de 1976).
Texto: Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad.
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