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“Educar a los niños y evitaran castigar a los hombres” Pitágoras.
El filósofo introduce a la gente común en el laberinto del conocimiento para enseñarle a conocerse a sí mismo. Que es lo que se llamara Epiemeleia Heauto para los griegos o Cura Sui para los romanos.
Vivir con sabiduría no es otra cosa que vivir de una forma coherente ante la vida misma. Ocuparse de sí mismo para tener la tranquilidad que el alma nos pide. Vivir conforme a la naturaleza que es de dónde venimos y somos parte de ella.
Grandes maestros, sabios y filósofos nos han mostrado el camino que hay que seguir. Desde la antigüedad nos han mostrado la importancia de la ecuanimidad en la vida del hombre. El gran maestro Sócrates, en su labor filosófica nos muestra: “El despertar de la conciencia”. Y es a través de sus enseñanzas donde nos orienta sobre una manera de vivir práctica y sencilla, abriendo el camino al autoconocimiento, la realidad última del hombre y su esencia, a la cual denominó “alma”; el “yo” consiente y su capacidad de razonar y pensar. Inspirando siempre en una pregunta básica que nunca dejaremos de hacernos: ¿Cómo he de vivir? El crecimiento personal no se puede dar si no reconocemos e identificamos lo que no conocemos, los errores y vacíos de información de los que somos víctimas. Qué difícil es reconocer nuestra propia ignorancia y ¡qué librador hacerlo!
Hablar de filosofía es más que voltear hacia el cielo y ver la intensidad de un bello azul adornado de algodones blancos llamados nubes, o en la oscuridad de la noche ver la luna que ilumina e inspira, llena de poemas convertidos en brillantes estrellas. La filosofía es escuchar la voz interior llamada conciencia. Voltear hacia atrás y traer al presente a los grandes filósofos para que con sus enseñanzas podamos entender el despertar y el vivir de una humanidad coherente con su paso por este umbral que es la vida.
Escuchar a Platón hablándonos de: «La libertad está en ser dueños de la propia vida»; a Descartes hablarnos sobre la ignorancia; y a Anaxágoras hablar sobre el engaño. Asimismo, también escuchar a Epicuro hablar sobre el goce de existir; a Diógenes sobre la sabiduría impertinente, a Epíteto y la fuerza de la razón. a Nietzsche, sobre el hombre y dios, María Zambrano, sobre la soledad. Y tantos otros maestros que me faltaron por nombrar en este breve relato y que dejo al inquieto lector que se adentre en su búsqueda y se permita dar un viaje por ese mundo de la de sabiduría, a través de la filosofía
Una reflexión muy propia para nuestro tiempo sin duda es la del maestro Pitagoras y que es “Educar a los niños y evitaran castigar a los hombres”
Un día no basta para dar homenaje a los maestros de la conciencia, de la razón, de la espiritualidad y el amor, por más días de estos.
Feliz día de la Filosofía. 15/11/018
Laura Ramos
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